Y todo ha de acabar como debió ser, todo:
mi cantar otoñal, mi aurora, mis puñales;
todo irá a descansar como muertos rosales
que cálcan sus pistilos en un lúgrube lodo.
Ha de acabarse todo, con acabarse nada;
el manchado humeral de mi helado ofertorio,
el ataúd invicto que reirá en mi velorio
cuando el vil estirón deje mi ánima helada.
Al fin; todo se acaba, como ahogada esquila,
que se muere entre sus cuatro doblados vientos,
ya se acabó el lugar donde lloran a cientos
mis huesos, se acabó la mar en mi pupila.
Comentarios6
Hermoso el ultimo cuarteto, me ha gustado mucho, saludos amigo, feliz 2016.
Excelente John... tu calidad de escritor lo avala...un abrazo.-
Hoy estás de un tono un poco triste. Me gusta.
Un abrazo
A propósito de finales, acabo de leer el poema de Yolanda... Saludos
Melancólicamente hermoso, ha sido un placer leerte.
Un abrazo.
Quizas todo surge para desaparecer mi querido John pero tus poemas nos hacen vibrar cada dìa, cariños rosamary
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