88. RELATO

88. RELATO

LOCURA Y AMOR

Un hombre, su caballo y su perro caminaban por una calle. Después de mucho caminar, el hombre se dió cuenta de que los tres habían muerto en un accidente. La caminata era muy larga, el sol era muy fuerte y los tres estaban empapados en sudor y con mucha sed. En el camino vieron un portón magnífico que conducí a una plaza que tenía una fuente de donde brotaba agua cristalina.

- "Buenos días- saludo y después preguntó- ¿Qué lugar es este?"-. Dijo el caminante al guardián.

- "Buenos días, este es el cielo"-. Respondió el guardián.

- "Tenemos mucha sed"-. Dijo el caminante.

- "Puede beber agua a voluntad"-. Dijo el guardián.

- "Mi caballo y mi perro también están con sed"-. Dijo él.

- "Lo lamento, pero no se permiten animales"-. Respondió el guardián.

Decepcionado, el hombre siguió su camino. Después llegaron a un sitio que tenía un portón viejo. Adentro, vio a un hombre.

- "Tenemos sed, yo, mi caballo y mi perro"-. Dijo el caminante.

- "Hay una fuente en aquellas piedras- Dijo el hombre- pueden beber a voluntad"- Término por decir.

El hombre, el caballo y el perro fueron hasta la fuente y saciaron su sed.

- "Muchas gracias- dijo el caminante al salir- A propósito- hizo una pausa nuevamente y preguntó- ¿cuál es el nombre de este lugar?"-. Preguntó el caminante.

- "Cielo"- Dijo el hombre.

- "¡¿Cielo?! ¡Pero el hombre del lado me dijo que era cielo!"-. Dijo el caminante.

- "Aquello no es el cielo, aquello es el infierno"-. Dijo el hombre.

- "Entonces- dijo el caminante- Esa información debe causar grandes confusiones"-. Finalmente dijo.

- "De ninguna manera- respondió el hombre- En verdad ellos nos hacen un gran favor. Porque allí se quedan aquellos que son capaces de abandonar a sus mejores amigos"-. Dijo el hombre.