Lágrimas de piel y sal.

Cirratus

Tras aquella bruma

 

callaba la noche

 

un deseo escondido,

 

fue testigo la luna

 

de aquel encuentro,

 

de aquellas caricias

 

que acunaban su sexo,

 

de los besos a surcos

 

por aquellos cerros

 

y sus angostas laderas

 

que más tarde llovieron

 

húmeda escarcha,

 

y fue testigo el alba

 

cuando ya amaneciendo,

 

juntos, lloraron sus cuerpos…

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Comentarios2

  • Ringo Stax

    Hermosos versos. La fogosidad de la noche y lo que queda al alba de dicha fogosidad. Muy bien hilado.

    Saludos

    Ringo

  • AMOR ........

    La noche guarda en su vientre sabores de PIEL Y SAL!
    Un saludo



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