A SOLAS CON ÉL

Girovago

Hoy es ese día en el que siento que mi cerebro no me pertenece, dudo estar vivo, dudo ser yo quien escribe estas líneas, siento el alma sucia. Si alguien quiere salvarme es ahora el momento, si alguien quiere salvarme mañana es tarde, Si alguien me conoce más que él, búsqueme y libéreme, o saldrá a matarnos.

 

Está renaciendo el hombre que odia la vida, como el fénix pero desde el mismo infierno. Él ha enterrado la luz que volvía a crecer, le dio una patada en el culo al optimismo que ya echaba raíces y espera escupir reclamos  en la tumba del tipo que aún tiene fe, de mí.

Él es más inteligente, es él del intelecto mayor, es él del valor. Tiene la consciencia negra, el cerebro oscuro. Me temo que será el quien represente este cuerpo, yo moriré, ya no quiero pelear. Tal vez deba obedecerlo cuando me dice que deje este mundo que se desmoronará a causa de la hipocresía, me dice que las moscas sienten lo putrefacto, las moscas rondan este planeta, los buitres están cada vez más cerca, solo los gusanos están dentro asomando de vez en cuando la cabeza al exterior de esta orbe.

No para de decir que nadie es digno de ser amado, el me susurra al oído y me transmite su odio hacia los demás seres, algo de razón encuentro en sus palabras pero yo me niego, quiero vivir engañado, felizmente engañado prefiero vivir, pero eso no durará. En el fondo siento que el debería guiar mi vida, y matarme a corto plazo, enterrar mi debilidad, es hoy cuando debo dormir para que luego despierte, él. Pero no es su tiempo, quiero saber más de mí.

Temo despertar en las mañanas, puede que quien despierte no sea yo, si no él. Me dice que puedo dejar en ridículo a los demás, él conoce mis habilidades, él si cree en lo que poseo, sabe que mi cabeza se expande como un cáncer haciendo metástasis, él sabe que puedo destruir todo a mi paso como un Tsunami paseándose por una ciudad de cartón. Yo puedo curar tus cicatrices mentales me dice, es una ironía saber que él cree en mi  y yo casi ni me conozco.

Me dijo en sueños: Puedo ser el diablo que cuide tu espalda, a la vez el ángel Negro que te guíe desde el cielo, estaré en lo alto mirando quien te mira y castigando a quien intenta castigarte, porque solo en eso quedaran tus enemigos en un intento, nadie te tocará. Solo tienes que dejarme salir y poco a poco enterraremos lo que fuiste, y seremos uno, como debió ser siempre, yo soy la consciencia que necesitas, soy el arte en expansión, juntos extirparemos este maldito tumor que llaman Tierra. Pero segaré tus ojos para que no veas la tristeza que transmiten los demás, arrancaré tus oídos para que los gritos de auxilio no te despierten cuando duermas en la tumba que construyo para salvarte. Tu pequeño corazón será tragado por el mío, y bombearemos letras para que los demás sepan que estás vivo, que ahora si estás vivo. A cambio quiero que renuncies a lo que eras, y me recibas con el alma abierta, como las piernas de una maldita cortesana que sabe que cobrará muchos reales, quiero que dejes entrar mi consciencia para que contamine la tuya hasta transformarla en una sola, luego de eso tendrás idea de quién soy yo, luego de eso tendrán idea de quienes somos, seremos Dios.

  • Autor: Giróvago (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 12 de noviembre de 2015 a las 01:11
  • Comentario del autor sobre el poema: Hoy no soy yo.
  • Categoría: Gótico
  • Lecturas: 76
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos




Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.