Marina, la historia de un amor (Relato) -Autor: KAVANARUDÉN- -Interpreta: Hugo Emilio Ocanto- -GRABADO-

Hugo Emilio Ocanto



La tarde daba paso a la noche. Las nubes jugaban con el rojo y naranja del día que se despedía. Del sol se observaba la mitad, ya que la otra mitad se había ocultado, dando luz a parajes desconocidos.

El mar en calma con su ir y venir de olas. Las gaviotas volaban desafiando las corrientes de aire. Algún que otro pelicano se zambullía para luego resalir a la superficie sacudiendo sus plumas mojadas, saboreando su exquisita cena. Un variopinto de colores que se reflejaban en el agua, daban al paisaje un toque mágico, melancólico, solemne.

Ella oteaba al horizonte. Su mirada se perdía a lo lejos. El viento jugaba con su vestido celeste, enredando su pelo ondulado, oscuro como el ébano puro. Ajena a todo lo que le rodeaba, solo guardaba, observaba concentrada en un punto lejano. ¿Quién sabe donde? A cierto punto bajó su mirada, mientras abundantes lágrimas comenzaron a bañar su moreno y hermoso rostro.

¡Marina!, ¡Marina!, - se escucha una voz a lo lejos – alguien la llama. Ella no se percata y sigue encerrada en su mundo de dolor y llanto.

Siente unas manos cálidas que sostienen sus hombros.

Marina, gracias a Dios te encuentro – le dice la voz dulce y cálida de su madre – acto seguido la abraza, acariciando y ordenando sus cabellos.

Ven conmigo, mi niña. Vamos a casa cariño. – La invita hablándole al oído -

¡No mami! No me puedo ir, Alberto está por llegar. Mira, mira, allá viene su barca madre, allá, allá a lo lejos, ¿la ves? – le dice mientras señala con su mano -

Sí mi vida, ya viene, tesoro. Mejor vamos a casa y lo esperas ahí. Le preparamos la cena y de seguro estará contento de verte – dísele su madre y no puede contener las lágrimas que, escondida, versa detrás de su amada hija –

¿Tu crees mami? – le dice mientras se voltea - ¿por qué lloras? ¿qué te sucede? – le pregunta mientras la mira a los ojos -

Es el viento mi vida – le responde Rosa tratando de recobrar la calma –

Poco a poco Rosa conduce a su hija a casa. Al llegar Alejandro la está esperando

Gracias a Dios la has encontrado. ¿Dónde estaba? – le pregunta su marido – Ella le hace señal de estarse tranquilo y no preguntar nada.

Estaba tomando aire, ¿verdad tesoro? – dice Rosa en tono neutro dirigiéndose a su hija -

Sí papi – dice Marina – ya viene Alberto. He visto su barca que llega. ¿Quizás que habrá sucedido? Se le ha hecho tarde. Me pondré bella para cuando llegue. Voy a mi habitación a arreglarme – apresurada se dirige al cuarto –

Rosa y Alejandro se miran en silencio. Se abrazan mientras Rosa rompe el llanto, seguida de las lágrimas silenciosas de su marido.

No sé que vamos a hacer. Esto es tan doloroso – exclama Rosa –

Tranquila mujer, todo se solucionará – le responde Alejandro mientras acaricia su pelo – él mismo quiere convencerse de sus palabras.

Voy a por ella – le dice Rosa mientras se seca las lágrimas –

Al entrar en la habitación encuentra a su hija acurrucada en la cama.

Lento se acerca, acaricia su frente y se mete con ella en el lecho. La abraza fuerte.

¿Por qué mamá? ¿Por qué Dios me ha castigado? ¿Qué he hecho yo para merecerme esto? – llorando en silencio se aferra a los brazos de su madre –

No has hecho nada malo cariño – le dice mientras besa su cabellera – así es la vida.

Todo ha sido culpa mía – dice Marina –

No, no tesoro, no ha sido culpa tuya. No digas eso por favor – le insiste su madre, tratando de tranquilizarla –

Discutimos aquel día mami. Le dije cosas feas y le ofendí. Después tomó su barca y se marchó. Tuve miedo y salí corriendo, pero cuando llegué al puerto ya se había ido. Después vino la tormenta. Todo estaba oscuro. Regresé a casa y le pedí a la virgencita que lo cuidara. Fue terrible aquella noche mami – seguía contando aferrada aún más fuerte a los brazos de su madre – A cierta hora de la madrugada sentí un dolor intenso en mi corazón y ahí fue cuando comprendí que ya no era mío. Que lo había perdido para siempre – comienza a llorar fuerte – Salí de nuevo al puerto. Corría, corría mientras la lluvia desgarraba mi alma. No me importaba nada. Lo quería tanto mami, era el amor de mi vida – un suspiro profundo ahogó su respirar – Tuve toda la noche en el puerto. María me encontró y me trajo de nuevo a casa al despuntar la Aurora.

Llora, llora, amor mío. Desahoga todo ese dolor que sientes dentro – le dijo Rosa con ternura –

Cuando lo dejaron en mi regazo sentí en el corazón una daga profunda. Besé su frente, esa frente amplia, serena y hermosa.

Besé sus labios. Esos labios que un tiempo eran dulces, carmesí, cálidos, se habían tornado fríos, morados y con sabor a sal. El sabor de la muerte pude apreciar en aquel instante.

Con mis lágrimas limpié su rostro. Ese mi amado rostro. Que cada mañana lo encontraba frente a mi al abrir mis ojos.

Lo estreché mami, lo estreché a mí, porque ese cuerpo era mío, mío, mío. ¡Oh Dios! ¿por qué te lo llevaste? ¿por qué no nos concediste la muerte a los dos? ¿cómo hago yo para vivir sin su calor, sin sus besos, sin sus caricias? - gemía desesperada

Besé sus manos, mami – le dijo mientras tomaba las suyas acercándola a sus labios – Esas manos que me acariciaron, que arrancaron de mi piel las más hermosas sensaciones. Que fueron mi abrigo, mi ilusión, mi sostén, mi todo…..

Ya mi niña, ya mi tesoro – le dijo Rosa que sentía un dolor inmenso al sentir, palpar, ver el dolor de su amada hija –

Trata de dormir. Trata de reposar. Mañana te sentirás mejor – le dijo – Estaré aquí contigo

Exhausta Marina se atormentó.

Tres horas después, Rosa muy lentamente se levantó dejando a su hija dormida. Se dirigió a su habitación donde la esperaba su marido.

Pobre creatura – dijo mientras entraba – me parte el alma verla así. Creo que debemos llevarla fuera de la isla por algún tiempo. No sé, un viaje, algo para que se pueda distraer. Temo por ella – se sentó en la cama dando la espalda a su marido –

Creo que sea una buena idea mi vida – díjole Alejandro mientras la abrazaba – Ahora tratemos de dormir, mi vida mañana será otro día.

Como de costumbre Rosa se levantó temprano y lo primero que hizo fue ir a la habitación donde estaba su hija.

Al abrir la puerta no la encontró en su cama. El viento jugaba con la cortina mientras tímidamente entraban los primeros rayos de sol calentando la habitación vacía. Temió lo peor. Salió corriendo, desesperada llamando a su hija.

¡Marina!, ¡Marina!, hija ¿Dónde estás? – comenzó a gritar al viento –

Alejandro se unió en su búsqueda. Muchos al escucharlos se unieron también. Nunca más se supo de ella.

Algunos la vieron que se dirigía a los acantilados. Su cuerpo nunca fue encontrado.

Cuentan que en las noches de luna llena, cuando la mar está en calma, se puede escuchar un gemido, un llanto y ver, a lo lejos, allá arriba en aquel cerro, cerca de la cruz de madera, la una figura de mujer oteando al horizonte. Dicen que es Marina que aún llora la pérdida de su amado Alberto.

 

DERECHO DE AUTOR. SAFE CREATIVE safecreative.org



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Comentarios7

  • kavanarudén

    Mi querido hermano Hugo.
    Agradecerte quiero enormente por este gran gesto de amistad.
    No pude contener más lágrimas mientras escuchaba el relato de tus labios. Genial interpretación hermano. Felicidades, de verdad.
    Lo escrito en tu interpretación cobra vida, sentimiento, profundidad.
    Pude ver cada escena, cada momento. El dolor de Marina, en su relato, me partió el alma.
    Muy apropiada la foto, esa es Marina oteando al horizonte.
    No tengo palabras para agradecer tan noble gesto mi hermano del alma.
    A ti un fuerte abrazo de amistad.
    Bendiciones.
    Kavi

    • Hugo Emilio Ocanto

      Mi querido hermano Kavi.
      Después de nueve días de ausencia (por motivo de salud),
      vuelvo lentamente a la página.
      Mi gesto de amistad, sabes, la brindo de todo corazón,
      puesto que es esto lo que me agrada.
      Genial es lo que tú has escrito, y traté de entregar
      todo el extraordinario sentir de las palabras de su autor, tú.
      Me enorgullece te haya agradado lo que mi corazón ha sentido en cada
      palabra de tu obra maestra.
      Soy un fans de tus creaciones, tú bien lo sabes, hermano.
      Ya algo repuesto de mi problema de salud, retorno, de a poco,
      para seguir deleitándome espiritualmente de las bellezas que ustedes, mis amigos, escriben.
      Gracias, siempre, por aceptar interprete tus creaciones .
      No ha de ser la última, puesto que a medida que mejor me encuentre,
      continuaré interpretando lo que tú me cedas, como la de otros amigos del portal. Aparte de mis propios temas.
      Siempre dispuesto, Kavi.
      No tengo palabras exactas para expresar mi felicidad, hermano del alma.
      Un fuerte abrazo de amistad.
      Bendiciones.
      Hugo Emilio.

      • Violeta

        Con permiso de los dos me tomo el atrevimiento de colorme es su conversacion para felicitarlo . voz y tema una gran esperiencia , para los dos ... hermoso y saben que los quiero mucho a los dos

      • Hay 2 comentarios más

      • Amelia Suârez Oquendo

        Triste, profundo, ameno, interesante. Me ha gustado, amigo Hugo.

        Abrazos y feliz día.
        Amelia.

        • kavanarudén

          Mi querida amiga.
          Gracias por pasar.
          El tema en la interpretación de Hugo, mi hermano querido, adquiere una fuerza increíble. Me hizo conmover y no poco.
          Un abrazo y de nuevo gracias.
          Kavi

          • Hugo Emilio Ocanto

            Muchas gracias, Amelia, por habernos acompañado
            en esta gran creación literaria de Kavi.

            Abrazos y feliz día.
            Hugo Emilio.

          • Maria Hodunok.

            Que honor escuchar esta bella historia de Kavi, en tu voz, Hugo.
            Vos le das el toque mágico, que le imprimió este extraordinario poeta-escritor.
            Los admiro, amigos de mi alma.
            FELICITACIONES.

            Abrazos mil, a ambos.

            P.D. No me extiendo mas porque ya salgo a control oftalmológico.

            • kavanarudén

              El honor es todo mìo mi querida amiga.
              La historia en la voz de Hugo toma una fuerza increíble. Mientras lo escuchaba no pude dejar de conmoverme y alguna lagrima saliò espontánea.
              Hugo es fantàstico. Dios lo bendiga siempre.
              Un abrazo Mariita querida.
              Te quiero
              Kavi

              • Maria Hodunok.

                Ustedes son fantásticos Kavi, un duo espectacular. Feliz lunes, amigo.

              • Hay 4 comentarios más

              • hector cesar

                triste historia brillante la obra y brillante el relato y brillante y sentido el momento que me an regalado.
                un abrazo hector cesar.

                • kavanarudén

                  Hector César.
                  Gracias por pasar y dejar tu comentario.
                  La historia en la voz, en la interpretaciòn de Hugo alcanza una fuerza increìble. Mientras la escuchaba no pude dejar de conmoverme. Hugo tiene un gran don que siempre comparte con sus amigos.
                  De mi parte un fuerte abrazo Héctor y de nuevo gracias.
                  Kavi

                  • Hugo Emilio Ocanto

                    Muchas gracias Héctor.
                    Kavi es un extraordinario poeta.
                    Todo mi sentir en su excelente creación.
                    Nos has hecho el regalo de tu presencia.
                    Un abrazo.
                    Hugo Emilio.

                  • David Arthur

                    Muy bella prosa del amigo Kavi pero lamento que no me sale tu interpretación Hugo Emilio.
                    Abrazos a los dos amigos,
                    David

                    • kavanarudén

                      David, amigo querido.
                      Lo siento tanto que no escuches la intepretaciòn. En la voz de Hugo la historia alcanza una fuerza extraordinaria. Espero que lo puedas escuchar.
                      De mi parte un fuerte abrazo.
                      Kavi

                      • Hugo Emilio Ocanto

                        ¡Hola David!
                        Lástima no puedas escucharlo.
                        Gracias por acompañarnos, amigo.

                        Un abrazo David, otro para Kavi.
                        Hugo Emilio.

                      • María C.

                        Podré escucharla ya verás, espero a ese TÉCNICO como agua de mayo.
                        REPOSA, CUÍDATE Y REGRESA BIEN FUERTE QUERIDO POETA DEL ALMA

                        • kavanarudén

                          Mi querida amiga.
                          Gracias por pasar y dejar tu comentario.
                          Espero que ya hayas podido resolver tu problema, que haya llegado el bendito técnico y haya solucionado todo. Espero no esa una cosa grave.
                          De mi parte un fuerte , fuerte abrazo.
                          Te quiero
                          Kavi

                          • María C.

                            Dice que mi pc ya pide retiro, jo si es casi nuevo, tiene 4 años solamente, de momento no encuentran arreglo...paciencia amigo tendré.
                            Un peto, t'estim també

                          • Hay 7 comentarios más

                          • RIVAS JOSE

                            Bendito sea Dios heo, fenomenal y excelente recital has hecho en donde se me pararon los pelos de todo mi cuerpo de punta al ver tanta belleza en las letras de Cavi y tu toque radiante y vivo de tu voz me hicieron ver una verdadera película de amor ,!oh mi Dios! Un aplauso infinito para ustedes dos y me siento dichoso y honrado de tenerles como amigos ! Saludos cordiales y un gran abrazo para ambos

                            • kavanarudén

                              Pues bendito sera, paisano querido.
                              La historia en la voz, en la interpretación de Hugo alcanza una fuerza extraordinaria. Dios lo bendiga y le conceda salud.
                              Gracias por pasar y dejar tu comentario.
                              De mi parte un fuerte, fuerte abrazo y que tengas un feliz comienzo de semana.
                              Kavi

                              • RIVAS JOSE

                                Encantado mi estimado y apreciado paisano Kavi!

                              • Hay 3 comentarios más



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