Requiem

Rápido, sin pausa ni demora;
No dejes el campo de mi vida sobre el huerto
Con la ceniza de los sentimientos muertos,
Deja que mi canto fluya con ternura.

Y deja que las notas se acomoden en tu espalda
sin aguardar que vuelen hacia el olvido las migajas,
las cenizas no serán grises de todo olvido,
sino rojas de sangre de aquello que vivimos.

Y los versos que te escirba daran vida
pues venceremos esta soledad
y el sol se quedara en medio del día
y nos embriagaremos con nustra forma de amar