Yo soy la gota.
Y a lo lejos,
un obelisco sobre mi cabeza.
Se escuchan los pasos,
llegar hasta mi asilo.
Y el vuelo de las manos
formando cruces.
Mi boca es un campanario
oxidado.
Palomas blancas
picotean manos.
Yo soy la fuente seca.
Mi sombra acaricia
el reflejo del espejo.
Yo permanezco sentada
al fondo de la habitación.
Nadie me conoce...
Yo soy la gota
que se desploma
sobre el río,
en donde ha muerto
un obelisco
después de tocar el campanario.
Las palomas duermen
encima de mi sombra,
Dentro del pequeño asilo.
- Autor: Sara (Bar literario) ( Offline)
- Publicado: 3 de noviembre de 2015 a las 01:59
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 124
- Usuarios favoritos de este poema: shoss, Mar (Bar Literario).
Comentarios4
Tu eres el ruido, el silencio es el caos y la sombra es mi favorita ...
😁
jaja
wooo
qué bonita deducción sacas
D:
Estás cambiando la la imagen en tus palabras, pero no el contenido.
Hay 17 comentarios más
Ohhhh los espejos n.n
jeje
xD
los reflejos
La gota y los pasos, el río y la sombra; combaten aún los resecos y las soledades...que nunca debiéramos permitir.
Profundos cauces, para unos versos estupendos.
Ha sido un placer leerlos.
Saludos cordiales.
No puedo acomodar en mi razonamiento ese tu figurar; no lo puedo ordenar... Tal vez mejor será pintar un cuadro de algotra dimensión.
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