La Plaza de Medina

Adela Martin Ramirez

 

Intimista y ajardinada otrora,
una vasta explanada ahora,
eres el corazón de la villa
y la más grande de toda Castilla.
Eres de Medina enorme centro
y un obligado punto de encuentro.

En las tardes de calor intenso
quema los pies tu suelo inmenso.
Un desierto a las cuatro en verano,
paradigma del clima castellano.

Mucho sol y luz refulgente,
los domingos estás llena de gente
que tapea en los bares abarrotados:
unos beben de pie y otros, sentados.

Pasan señoras muy elegantes
junto a familias de inmigrantes.

Juegan los niños al balón
a pesar de la prohibición.

Dan los nenes sus primeros pasitos
de la mano de sus abuelitos
y compran en la Leonor los deliciosos gusanitos.

Por la mañana a la hora del recreo
vienen los estudiantes de paseo,
con sus risas y con su bullicio,
con sus amores y con sus vicios.

Siempre están los viejos el sol tomando,
o simplemente en un banco descansando.

Tocan las campanas en la Colegiata:
la vida es una larga caminata,
pero aquél que en fúnebre coche viene metido
su descanso tiene merecido.


Tarde de abril: cae un chaparrón,
escapa la gente del remojón;
cual graderío, los soportales se han llenado,
del escenario los actores han desertado,
formando ahora parte del público
que mira cómo se ha vaciado de súbito
la escena empapada, la plaza mojada,
donde ya no quedó nada:
ni risas, ni niños, ni viejos descansando,
ahora están todos mirando y esperando
a que vuelva el sol, la algarabía,
los juegos y la alegría.

Pasan las nubes, triunfa el sol al final
y desde la Valenciana hasta el Continental,
vuelve la vida a brotar,
se oye algún perro ladrar.
Aunque todo esté aún mojado,
pronto los bancos se habrán secado.

Es tu rojo pavimento
testigo de muchos eventos
y aunque tu suelo ha cambiado muchas veces,
eres el alma de Medina, el alma que permanece.

Adela Martín Ramirez

 

 

  • Autor: Adela Martin Ramirez (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 30 de octubre de 2015 a las 14:54
  • Comentario del autor sobre el poema: Soy medinense y en este poema he querido retratar el corazón de Medina, que es su Plaza Mayor. Con algunas dosis de ironía y con mucho cariño me sitúo como espectadora de ese teatro que son las plazas castellanas, y también lugares donde transcurre la vida, desde el niño que da sus primeros pasos hasta la vejez y la muerte, de ahí que mencione de las campanas de la Colegiata ( iglesia principal de Medina situada en la plaza), cuando hay un entierro y tocan a muerto.
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 26
  • Usuarios favoritos de este poema: kavanarudén, J.U.R..
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Comentarios1

  • kavanarudén

    Me senté y pude disfrutar de todo aquello que narras: la gente en su pasar, los niños al balcón, las senoras en su pasear y criticar, los viejitos en su continuo compartir, los jóvenes estudiantes con su algarabía.... La plaza de Medina, el corazón de la ciudad.
    No tengo el gusto de conocer Medina, no descarto la posibilidad de hacerlo.
    Un hermoso poema.
    De mi parte un fuerte abrazo y un "bienvenida" a esta familia de poemas. Cualquier cosa, a tus òrdenes.
    Kavi



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