Un poema

GuillermoO

 

La nieve lleva un cargamento de flores entre tus ojos.

Lo supe cuando la miseria en su terremoto último,

quemó sus naves.

Estas rayas en mi piel dan pruebas de lo que hablo y digo.

Después, están el cautiverio de mi cuerpo y sus silencios.

Porque, ¿a quién hablar?

¿A quién decirle que la realidad nos acusa de estar ciegos

por no haber descubierto la rebeldía?

(Un tiempo sin ruidos ha descendido del mundo.)

Alguna vez, mientras corría la esperanza,

he pasado ligero entre decepciones  -substancias de la noche-,

y logré vivir.

Entonces, fragmentos de colores se acuñaban en mi cuerpo:

buscaba el trópico, dulce ser;

desde tus pupilas buscaba el fuego en su pozo,

igual que tu recuerdo torturante como ensoñaciones de Delvaux

buscaba el trópico...

 

Ahora estoy solo, gritando socorro, culpable o sospechoso.

Mis límites abiertos en la ciudad que envolverá el insomnio,

mareándome en la altura colosal de aquella cuerda

colocada allí para la locura o la desaparición.

 

Lo más obscuro es el mármol con que está construída la caricia.

Daría mi sal inmediata por una limosna,

yo,

que recorrí las calles de la lejanía,

con las manos en el hospedaje de las vociferaciones,

como si esperaran a alguien -a tí, ser amado-

quizás al amplio follaje que criaste en tu blanco jardín,

y esa pasión por el recuerdo.

Yo,

venerador de sitios vagabundos,

he logrado sobrevivir pasando sobre cautiverios.

 

Narrar la historia de un silencio.

Mira: mi corazón reverdece.

Brillan aún los alimentos fríos, las cáscaras naranjas,

pero mi corazón reverdece como esperando un milagro.

Creer es aceptar que debajo de las máscaras existen

lluvias desprendidas, pedacitos victoriosos de palomas de nácar,

cortejos de coronación en los que te envolvías para no aceptar

los pumas verdes bajando hacia el desabrigo de nuestros cuerpos;

y esa pasión por los recuerdos,

enigmas compartidos bebiéndonos la copa de agua sobresaltada de luz.

Un lugar inmenso para el deseo de narrar la historia,

ese silencio que vuelve.

 

G.C.

Direc. Nac.del Derecho de autor 

 

  • Autor: GuillermoO (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 25 de octubre de 2015 a las 20:00
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 43
  • Usuarios favoritos de este poema: FENIZ, Ringo Stax.
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Comentarios3

  • FENIZ

    he pasado por vuestro portal encontrándome con esta obra tan humana como divina, entregando símbolos de lucha y deseos donde la esperanza aun no es acallada entre el rudo y cruel espadas de la vida misma existe el alma en lucha por la metamorfosis de los sentimientos, has graficado en delicada y fuerte sincronía esa misma lucha que mantenemos en nuestro interior, te felicito y gracias por hacerme partícipe de vuestro don, un saludo fraternal de Feniz

    • GuillermoO

      Muy buenos tus conceptos acerca de mi poema, muy interesantes.
      Te lo agradezco muchisimo
      saludo fraternal
      Guillermo

    • Ringo Stax

      Muy buenos versos. Son de esos poemas que a uno gusta encontrar, leer y releer, hacer pausas, volver hacia atrás e ir hacia adelante, saboreando, paladeando, cada verso. Mi felicitación.
      Saludos

      • GuillermoO

        Encantado por lo que me decís; veo que realmente te gusto.
        Mil gracias desde Buenos Aires
        Guillermo

      • Samuel Soto

        Amigo Guillermo, cada vez me gusta mas tu poesía, has escrito unos bellos versos, ricos en recursos, vibrante, felicitaciones
        Saludos
        Samuel Soto

        • GuillermoO

          Samuel:
          lo que me decís no tiene un destino corto, pues me marca el espiritu prolongadamente... y mucho te agradezco por ello.
          saludos
          Guillermo



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