Epifanía de Jacob

ismaelCDiaz

Parte 1. Recuerdos de la bendición que me exilió.  

I

Brilla la luna sobre la sabana

A esta roca dura llamé mi almohada.

La vida no me ha sonreído Como sonríe la luna al río

En medio de esta fría madrugada.  

 

II

Mi padre echó sobre mí La bendición que era de mi hermano

Porque me atreví a ursurparla de su mano.

Escapé de esa, mi casa y por eso estoy aquí.

Varado en medio de la nada Sin lugar donde dormir.

 

III

Aún recuerdo aquella vez, cuando, por primera vez,

Engañé yo a mi hermano Por lo tonto que era él.

Yo soy buen cocinero, Siempre he tenido el talento.

Ese día aproveché  que él estaba muy hambriento.

 

IV

Mi hermano es un hombre rudo,  No piensa mucho antes de actuar

Por eso su derecho de mayor  le pude arrebatar.

 

V

¿Tendra Dios misericordia De una persona tan fatal?

Quien a su hermano por segunda vez  Acaba de engañar.

Y que no solo a su hermano, También a su progenitor.

De alguien que de su hogar paterno tuvo que escapar.

 

VI

Anhelé con tanto afán lo que mi hermano desechaba.

Quise tanto aprovechar  lo que a él parece, le sobraba.

 

VII

Por eso hoy estoy aquí. De un largo camino vengo.

Y pareciera que esa promesa  Es lo único que tengo.

 

VIII

Dicen que la fe hace sendas, Donde no hay ninguna.

Que hace ríos y trae vida Donde hay sequía y hambruna.

Sé que es lo que necesito Para verlo realizado.

Pero es tan difícil cuando no se tiene nada en mano.

 

IX

Ya mucho he hablado y he pensado acerca de esto.

Por ahora daré descanso a mi cuerpo tan cansado.

Mis ojos ya se cierran y la hora es avanzada.

Ahora es hora de dormir.

Sí, dormir y más nada...  

 

Parte 2. La Epifanía: Mi Refuerzo y Mi Esperanza.

 

I

Estoy teniendo un sueño muy extraño.

Es como si algo sobrenatural estuviese pasando.  

 

II

Un presagio tan hermoso que por dentro siento miedo.

Siento que la tierra donde estoy se ha unido al cielo.

Una escalera ahora los une en el lugar donde reposo.

 

III

Ángeles, suben y bajan una y otra vez.

El miedo me hace temblar, Porque no puede ser:

Que allá en la cima esté Aquél quien creo poder ver.

 

IV

Los cielos y la tierra ahora se han iluminado.

¿Era noche o era día? ¿Estoy vivo todavía?

¿O siempre él estuvo aquí y cuenta no me había dado?

 

V

Solo imagina esta escena: Una larga escalera

Que uniendo el cielo y la tierra me deja ver

Que en el extremo más bajo estoy yo y en el extremo más alto está mi Dios.

 

VI

Aquel cuya promesa he recibido,

Ahora me da por heredad la tierra donde me he acostado.

Descendientes numerosos, más que el polvo de la arena.

Me dice: "Estoy contigo, Soy fiel y poderoso.

 

VII

Tal como estuve con Abraham,  Estaré contigo ahora.

Esta promesa cumpliré a su tiempo y sin demora.

Bendeciré este mundo a través de tu simiente.

Y tu fruto dará vida A todo el que se acerque."  

 

VIII

¡En este lugar silente Tuve gran revelación!

Que a partir de este día, Sea "Casa del SEÑOR".  

 

IX

Como Dios me ha redimido, Ahora redimo este lugar:

Ya no es Luz, sino Betel Que ahora también se llamará.

 

X

Mis descendientes volverán y verán que fue mi almohada

Esta roca que he ungido y ahora marca Su morada.  

 

XI

Betel: Casa de Dios.

Allí vivirá mi descendencia.

—Ismael Concepción, 2014.

  • Autor: ismaelCDiaz (Offline Offline)
  • Publicado: 13 de octubre de 2015 a las 12:43
  • Categoría: Religioso
  • Lecturas: 77
  • Usuario favorito de este poema: Jorge H. Ramirez.
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos Novedades semanales




Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.