Es como una especie.

Irene..

A veces me quedo en mitad de la calle parada, mirándolo todo retina dilatada.
perpleja de belleza y distinta, el color de las hojas arboladas cambiante estación.


La gente que se lleva una a otra en movimiento el aire del no me ven, y cierro los ojos, igual que cuando rezo la mañana para que el sol me atraviese de luz los párpados, escucho a los pájaros, conversarse canción de calidez.


Este acontecimiento que nunca quedará en los libros de la memoria
Me acontece


Independientemente del momento del éxtasis que esa ola de sentimiento,
me empape en la carretera, en una acera, o en una multitud contracorriente.


Es como una especie de protesta firmamento, en huelga de alas elevadas,las mismas estas con que suelo a-callar mis gestas por humildad encorvada de silencios.


Y siempre me sorprendo mirándome mis dedos palabras, mis manos garganta eternamente hambrientas de abrazos, los grandes ojos intensos de tantos años llorando la fragilidad, en castaños incurables de melancolía.


¿ Y si Padre cuando sea de carne y beso, no me quieren acunar el llorar esta lágrima
que Nos me cuidaste en mi propio altar?


No me baje Padre entre ellos, que mis estigmas van a notar a la primera de llanto
y los destellos que de allí empiecen a sangrar no los sabrán apreciar.
Como Vd me enseñó y su mortalidad se merece.


Esta lágrima perenne que se me forma aquí en el borde ocular del delirio, mares acumulados de soledad, cuando estoy rodeada de tanta gente, de tantos latidos, no alcanzo a escuchar ninguno, no puedo tocarles sonrisas.


Estoy en estado de gracia, este es el lugar de mi misma-o, las señas del vulnerable atravesado donde siempre me encontraran desfallecida que significa en el lenguaje del ángel revivida.


Así estoy en este laberinto de lo construído, pureza a la deriva, evadida de ángel, tras vivir el estremecimiento de lo bonito, diferente mirada al ritmo de la prisa, que intenta llevarme consigo, dolor adentro de lo palpable.


Confundido extrañado silencio, que no se con-muevan por tanta belleza, la del ahora,priorizando el mayor acontecimiento el del instante, que se escapen conmigo del horario de lo cierto.

 

A hacer pompas de jabón, a jugar peluches, a volar cometas, a llenarse la alegría de caramelos.


Quisiera ser ladrona de su ternura, para robarles un segundo, y de todo ese tiempo poemario, liberarles muñecas, y que me hicieran compañía de chocolate, probaran la dulzura de mi mundo.


Para que comprendieran como la emoción verdadera, son flores blancas
que nunca marchitan su perfume de azahar.

 

Les desvelaría el secreto de acunarse inocencia.
Con mis abrazos santos de compasión.

El como yo veo, la naturaleza de las ilusiones, habitando la magia de un tacto propio.


Tanto es así que los semáforos pían añoranza de verde, reconozco mi misma luz
en los niños de corta edad pero sincera libertad.

 

donde todo es nuevo, descubrimiento en cada despertar, estreno de vivencia.

Donde Todo queda por desenvolver, al regalo del entusiasmo.


Ahora seísmo estoy pasando por un puesto de flores, mi sentidos se desbordan de perfumes entremezclados, susurrándome de arriba a abajo inspiración y aliento.


Estoy oyendo la palabra agua, me siento sumergida, tiento mi ropa para asegurar travesía.


Todo me afecta, cualquier gesto y su ausencia, hasta el punto de la hemorragia interna,
que es el más incurable desconsuelo.


Puedo leer en los objetos que guardan secretos amores, los mejores eternos

que hablan su Te Quiero permanecido, los vivos de la memoria feliz.

 

¿Cómo haceros llegar estre-mecer este mensaje?.
Cuando aún quede tiempo del mío para el nuestro que os tomé prestado.

 

Seguramente más pronto que arde, prenderé un paso más hacia delante completamente hoguerada, me echaré al ruego de los incendios venerados y ya no recuerde, ni los interrogantes del miedo deshilados.

 

¿Quién difundirá mi obra, cuando al fin del principio sea un parpadeo del olvido total,
de igual a igual revoloteo que Mariposa.?

 

¿Qué será de mis hijos poemarios?.

 

¿Quién les cuidará lectura, a qué nuevos descubrimientos, conquistarán de mi ternura?.

 


Si soy la más antigua Princesa Coronaria de un reino Incógnito
que bombeaban los sueños por diminuto caballito.

 

Antigua sirena con piernas de papel.
¿Seré palabra de arena, borrada, por la lengua de la orilla espumada?.

 

Pero hay algo que siempre retendré conmigo.
Igual que re-tengo a mis bebés en las tripas del vientre santificado.

 

El sostenerme en un regazo.

 

Como decirles, que los gorriones existen, tomaron forma de migas, al contacto con el suelo.
Que lo más pequeño es lo más grande.

 

Que lo más importante no se escribe con palabras, en esta honesta contradicción.

 

Que el mudo temblor habla tanto.

 

Que el sonido de un beso, es carta de amor recibida, al lenguaje de la piel.

 

Para no perderme entre tanta realidad, necesito cogerme a las manos del cariño,
que me lleven seguridad, hasta la estación de la mañana siguiente.

 

Podría estar así llorando estrellas, siglos y siglos de lluvias.

 

Si supiérais como es, el estar aquí dentro, cualquier roce con el aire de fuera, sangra y corta primaveras, al filo de un pétalo.

 

A veces ocurre el milagro¡ de veras que sí! que alguien repara
en mi condición especial de niña infinita.

 

Y delicadamente, para que no me asuste despertar consagrada.

vuelve a posarme muñequita celestial en rumbo de sal

 

Que es esta que acabáis de oír musical leyendo…

..cristalina pulsación..
De mi angelar sobre vuestra vida..en a-mar enc-alma.

  • Autor: Paradera Desconocida. (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 25 de septiembre de 2015 a las 07:59
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 49
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Comentarios1

  • Armando Luna Pineda

    Amiga Irene, gracias por escribirnos, desde el corazon esas palabras me hacen pensar en nuestro entorno. Y estamos aqui para elevarnos con la inspiracion. Gracias por esas palabras.



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