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Diana.Elizabeth

Y a esta alturas

cuando el cielo se hacía mar

y el mar era sombra 

y la sombra era noche

mi mente confundía ya

la pura realidad

y los pasos...

los pasos eran como pisadas de gigantes

fuertes, resonantes.

No me dejaban respirar

Porque las pisadas rápidas

son como el huracán que todo carga

y deja lo esencial.

Que los pasos no me lleven a la primavera

antes de que ella llegue a mi.

 

El cansancio era un reto

yo que andaba con dos pies 

encontré un bastón

me compartió tranquilidad

 aprendí a reposar.

y debo admitir

que los bastones son un peligro hermoso

son el descanso del cojo

pero casi todos los cojos

se acostumbran a cojear. 

 

Es innegable

todos cojeamos de algo.

Ahora que lo pienso

son a estas alturas de la noche

cuando el cielo se hace mar

que mi cuerpo ya ebrio y sin bastón

se pone a recitar

esta poesía que aunque trate

no logra rimar.

 

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Comentarios1

  • Trovador de Sueños ...y realidades.

    Bello y expresivo... me encantó, es un gusto leerte, bien plantado poema.

    Saludos cordiales; compañera y amiga de letras.

    • Diana.Elizabeth

      Muchas gracias por tu comentario. Es una alegría leerlo.



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