59. RELATO

Pepe Pnca


AVISO DE AUSENCIA DE Pepe Pnca
Este tiempo ha sido de arduo trabajo, de recopilar vivencias y experiencias nuevas, y espero pronto compartir más historias.
PNCA El conejo relator

 

 

59.

 

 

EL PAÍS SIN PUNTA

 

Juan era un viajero. Una vez llegó a un pueblo en el que las esquinas de las casas eran redondas y los techos no tenían punta, sino terminaban en una suave curva.

 

El joven quiso cortar una rosa y notó que las espinas no pinchaban y parecían de goma. De improviso apareció un guardia el cual se acercó para detenerlo.

 

- "Está prohibido cortar rosas"-. Le dijo el guardia.

 

- "Lo siento"-. Aclaró Juan.

 

- "Entonces pagará solo media multa"-. Agregó el guardia sonriendo.

 

Juan observó que el guardia escribía la multa con un lápiz sin punta, se quedó muy sorprendido mirándolo y se acercó para preguntar:

 

- "¿Me deja ver su espada?"-. Le preguntó Juan.

 

- "¡Cómo no!"-. Respondió el guardia. El guardia desenvainó su espada y se la paso, el la miró muy detenidamente, para su sorpresa, la espada tampoco tenía punta. Volvió a mirar a los ojos al guardia para decir:

 

- "Pero, ¿Qué clase de país es éste?-. Le preguntó Juan al guardia.

 

- "Es el País sin punta"-. Respondió el guardia, con amabilidad.

 

- "¿Y, entonces, cómo hacen los clavos?"-. De nuevo preguntó.

 

- "Los quitamos hace tiempo, usamos goma de pegar. Y ahora, por favor, deme dos bofetadas"-. Respondió el guardia a Juan.

 

Juan quedó asombrado ante aquella petición del guardia, y volvió a mirarlo al rostro esperando encontrar un gesto que le dijera que todo era una broma de muy mal gusto. El guardia lo miraba muy serio lo cual le demostraba que no era una burla, como pensaba.

 

- "¡No quiero terminar en la cárcel. Las bofetadas tendría que recibirlas yo, no darlas!"-. Dijo Juan sorprendido.

 

- "Aquí es así- dijo el guardia- Por una multa, cuatro bofetadas, por media multa, solo dos"-. Le respondió el guardia.

 

- "Pero no es justo"-. Agregó Juan.

 

- "Claro que no es justo- dijo el guardia-. Es algo tan odioso que la gente, para no verse obligada a abofetear a un inocente, lo piensa bien antes de incumplir la ley"-. Aclaró el guardia.

 

Juan, humilladísimo fue obligado a abandonar el País sin punta. Pero todavía hoy sueña con regresar allí, para vivir del modo más cortés, en una bonita casa con un techo sin punta.

 

 

 

 

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Comentarios8

  • cecily olwood

    como siempre los relatos que compartes son muy buenos.
    gracias
    cecy 🙂

  • Alejandro O. de Leon Soto

    MARAVILLOSO

  • Marilyn💎

    Me ha gustado.
    Un abrazo.

  • Humberto Barba

    Excelente relato.
    Felicitaciones

    Abrazos
    Humberto Barba

  • Trovador de Sueños ...y realidades.

    Utópico... y muy asertivo; apreciado amigo poeta. Un enorme gusto leer.

    Saludos cordiales.

  • Alexandra L

    Excelente relato de principio a fin, una grata lectura.

    Un abrazo, feliz fin de semana, Alex.

  • Maria Hodunok.

    Gracias, estas utopias son las que nos hacen falta.
    Un placer poder leerte.

    Abrazos del alma.

  • Pepe Pnca

    Muchas gracias a todos y todas queridos y queridas poetas por su lectura y comentarios.
    Feliz sabado.



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