56. RELATO (SEGUNDA PARTE)

Pepe Pnca


AVISO DE AUSENCIA DE Pepe Pnca
Este tiempo ha sido de arduo trabajo, de recopilar vivencias y experiencias nuevas, y espero pronto compartir más historias.
PNCA El conejo relator

 

 

56.

 

 

EL DILEMA DEL POETA

 CONTINUACIÓN

 

 

Cierto tiempo después, Ricardo había decidido estudiar Derecho en una universidad del centro de la ciudad y sus padres alegres le apoyaron en su aspiración. Los primeros semestres fueron bien para él, por fin sentía que encajaba en la sociedad; pero sin saberlo, empezó a frecuentar lugares de mala reputación y conoció sin quererlo el mundo de la droga. Se volvió un poco más egocéntrico y ya no se le veía conversar con nadie. El camino que había abonado con Angelica se iba distanciando aun mas y ella se mudo de barrio, donde conoció a otro hombre del cual se enamoraría.

 

Por lapso de unos años el destino de los dos jovénes estuvo apartado, los amigos en común que tenían, nunca les comentaron lo que fue de cada uno de ellos prefirieron guardar silencio. Ricardo ya era abogado en una firma muy prestigiosa del norte de la ciudad y se dedicaba al derecho penal, ya tenía cierto prestigio en el medio, lo cual lo hacía ser un profesional muy buscado por sus cualidades profesionales y más por su sentido servicio a la comunidad. Aunque soltero aun y teniendo relaciones sin compromiso, siempre guardaba esperanzas de reencontrarse con el que sabía era el amor de su vida, Angelica.

 

Ahora él, después de diez años, se había vuelto poeta y plasmaba en sus letras todo el amor que la joven muy pacientemente había inyectado en él. Trato de miles de formas de ubicar a Angelica pero parecía que el destino y sus vidas los apartaba. Mientras tanto, Intercambiaba su vida laboral en la cual había recibido ofertas para hacer parte de la política con un partido de mucho prestigio nacional y en su verdadera pasión, con la cual había participado en concursos literarios y ganado algunos premios, entonces, las dos profesiones le estaban reclamando mas atención, pronto tendría que decidirse por una de ellas y abandonar la otra.

 

Cierto día llegó a su oficina una joven muy bella la cual pedía consulta con él, su secretaria se lo informó y el accedió a atenderla e hizo seguir, se sentó ante su escritorio y alzó la vista a los ojos de la joven dama, encontró que se trataba de Angélica. Se quedaron mudos por unos instantes mirándose fijamente y sonrojándose como en otros tiempos. Ricardo no recordaba lo bella que era ella. El silencio se hacia eterno pero Angélica rompió el silencio y entonces decidió contarle su caso a Ricardo.

 

- "Hola, que sorpresa Ricardo verte como todo un abogado estoy aquí en tu oficina porque necesito tu ayuda en un caso de suma importancia para mi y para mi familia"-. Dijo ella mientras lo miraba fijamente.

 

- "Hola Angélica, puedes confiarme tu problema y trataré de ayudarte en todo lo que pueda"-. Dijo él.

 

- "Bien, te voy a contar todo para que luego tu me digas lo que debo hacer, para ayudar a mi familia - guardo silencio, de nuevo lo miró y continúo - Recuerdas la última vez que nos vimos, pues nos mudamos de barrio y llegamos a otro donde prácticamente nos tocó empezar de ceros, no teníamos a nadie conocido, la gente es (aun) muy reservada y poco se puede confiar en ellos, es muy raro que la gente te salude; pero conocimos a una señora y su hijo los cuales nos brindaron su amistad, y sin miramientos los acogimos y confiamos en ellos. Después de un tiempo él y yo nos hicimos muy cercanos, entiendes, aunque no te puedo negar que aun guardaba esperanzas de verte..."- Guardo silencio.

 

- "Yo también guardé esperanzas de volver a verte pero nuestros amigos nunca han querido decirme en donde estabas viviendo. Pero continúa por favor"-. Dijo él.

 

- "Todo iba bien con él, paso el tiempo primero nos hicimos novios y luego nos volvimos pareja...perdóname por decirte esto se que te puede doler ... al cabo de unos años tuvimos una niña muy hermosa la cual es la luz de nuestra vida... pero él empezó a cambiar paso de ser un hombre hogareño y responsable a uno que desconozco completamente llega todos los días ebrió y ya a tratado hasta de golpearme, con la niña me he dado cuenta que la mira de forma obscena y me da miedo dejarlos solos. Le he comentado a mi madre todo esto pero ella me dice que son ideas absurdas, que Santiago se comporta como un padre ejemplar y nunca nos ha hecho falta nada ni a la niña ni a mi, pero temo por mi pequeña. Ricardo, por favor dime que debo hacer"-. Terminó por decir Angélica.

 

El joven abogado quedó mudo con la confesión que acababa de hacer el que fuera el amor de su vida, sintió que un taladro desgarraba su pecho a pedazos y que aquellas ilusiones y deseos de hacerla feliz se hacían trizas, todo su mundo de ilusiones se rompía definitivamente, ahora debía tomar la decisión de ayudarla o dejarla ir para siempre y darle el numero de un amigo abogado para que se hiciera cargo del caso. Unos minutos de silencio pasaron, ella lo miraba con los ojos en lágrimas, sabía que Angélica sufría y que el podía ayudarla y no la iba abandonar de nuevo. Por fin decidió hablar.

 

- "Antes, debo decirte que para mi es difícil esta situación, y no quiero ser imprudente ni mucho menos faltar a mi ética porque tu sabes que yo siempre te he amado y me duele verte sufrir. Pero mi profesión me exige no darle la espalda a nadie y mucho menos a ti , puedes contar conmigo como tu abogado Angélica"-. Dijo Ricardo muy serio.

 

- "Te juro Ricardo y te aclaró que no sabía que tu trabajabas aquí, si lo hubiese sabido tal vez no habría venido"-. Dijo la joven.

 

- "Lo se, pero tal vez es mejor así"-. Dijo Ricardo.

 

 

 

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Comentarios4

  • Brizas (Shira)

    Esperaremos a mañana para saber del abogado y su dama, pero es triste y duro el caso que le expone.

    Abrazos Shira

  • Alexandra L

    Interesante, atrapa desde el principio la trama que se mueve en torno a los personajes, mañana, tendremos el desenlace, aqui estare.

    Un abrazo, feliz dia, Alex.

  • Maria Hodunok.

    Que placer poder leerte bien, poeta.
    Va maravilloso tu relato, casi una novela y esperamos mañana la continuación.
    Feliz de leerte.

    Cariños.

  • María C.

    Buen relato Pepe, lo piensas poner en un libro una vez terminado todo?
    Un saludo



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