52. RELATO

52.

LA INEVITABLE MARCHA DE LA VIDA (FINAL)

Un día decidieron ir al centro de Bogotá, y estando cerca al lugar al cual se dirigían mientras caminaban por la cera congestionada de peatones y vendedores ambulantes, en uno de aquellos negocios informales de venta de cds que vió en el piso mientras los miraba al levantar su mirada ahí estaba ella una joven mujer hermosa detrás de un mostrador, con cara de ángel, piel tersa, pelo ondulado como el musgo que cae de una enorme selva.

Decidió acercarse y preguntar por los cd que vendía, ella le ofreció unos de rock y el se aparto por unos instantes para pedirle dinero a su madre $ 40.000 pesos, y de inmediato regresó al negocio donde se encontraba la joven vendedora

- "¿Buenos días, cuanto vale este de cd de Nirvana?- Preguntó Esteban.

- "Hola, ese cuesta $ 39.000 pesos, deberías llevártelo pues solo por esta semana tiene descuento especial"-. Respondió ella.

- "Bien dámelo por favor"-. Dijo Esteban mientras se perdía en la bella mirada de la joven.

Desde es día Esteban comenzó a frecuentar aquella discotienda para solo ver a la joven vendedora , tomando sus ahorros que se iban agotando, todos los días sin falta iba en busca de la chica que lo había cautivado.

Cuando llegaba al lugar generalmente con la intención de preguntarle su nombre pero su timidez y la pena no lo dejaban actuar pues al tenerla cerca siempre desfallecía su enteresa terminaba pidiendo cualquier cd de distinto género; en una oportunidad pidió un cd de música clásica, otro día uno de vallenato, en otra ocasión uno de baladas americanas.

En cierta ocasión al pedir el cd que ella primero le mostraba y al darle el dinero a la joven, dentro de los billetes le dejó una nota, la cual decía lo siguiente:

"Hola bella y encantadora joven:

Como te habrás podido dar cuenta, soy cliente frecuente de tu muy buen y variado negocio de música, soy aquel joven que tímido y titubeante te queda mirando como pendejo casi siempre; he intentado de mil formas indagar tu nombre pero solo terminó llevando el cd que tus bellas y delicadas manos acercan hacia a mí.

No pienses que mis gustos musicales son variados, no hay mejor música que la melodía de tu voz, pues generalmente y muy a diario llevó uno de distinto género, es que con solo oír tu voz el día se hace ya feliz y si han existido complicaciones o problemas se vuelven cosa del pasado por la sola ilusión de verte sonreír, de mirarme y hacerme sonrojar, con la forma como juegas con tu cabello azabache y crespo, con tu cadencia de ir y venir sin titubear al hablar.

Mis amigos me dicen que estoy como idiota, que te hablé, que te invité a salir; mi madre se ha dado cuenta de mis desaforados gastos semanales y yo como un niño mentiroso le digo que es para sacar unas copias en la universidad; la verdad es la excusa que tengo para ir todos los días a verte, bella; mis ojos, mis oídos, mi cerebro, mi corazón y mi alma necesitan de tí ahora y todos los días, eres tu mi cielo y mi universo. Quiero decirte, esto, que te escribo pero mi voz se quiebra y generalmente guardo silencio ante tu hermosura.

Soy estudiante universitario, catador de tu belleza y perdido por la Literatura Universal de tu encantadora mirada, de la sencillez de tu gentil persona, del grácil trato que tienes conmigo, de lo risueña y tu delicada flor en mis días. Mi nombre Esteban Buenaño, aunque la tragedia siempre ha merodeado mi vida pues el día que nací, mi padre, que se llamaba igual que yo, murió, dejando a mi madre sola, al amor de su vida abandonada.

Te dejó mi número de celular y mis deseos de poder invitarte a tomar un cafe si algún día te decides.

3426789087".

Al día siguiente la chica decide llamar a casa de Esteban pero con tan mala suerte que al contestar Sandra le dice que su hijo ha muerto en un accidente de tránsito, la chica decide acompañar a Esteban a su funeral y al terminar las honras fúnebres la triste madre invita a la joven a su casa para conocerla. Sin miramientos de ninguna especie, la deja pasar a la habitación de su hijo.

Carla, la bella joven, y la madre de Esteban miraban y compartían recuerdos de todo cuando ojeaban, de pronto Sandra saca una caja de debajo de la cama de su hijo y descubré que solo hay bolsas repletas de cds, cada bolsa enumerada, desde el número uno hasta la 273. Mientras Carla le cuenta la bella forma como Esteban intento conocerla y le alarga la carta que el uso para declararsele; la madre curiosa decide destapar la bolsa número uno y encuentra una tarjeta junto al cd que decía: "Hola me llamo Carla, mi número de teléfono es 7773056, me gustaría hablar contigo y conocerte, llámame por favor. Un beso".