Pero aun así no intento volar.

En mi mar te encuentras a las orillas

Y en lo alto de mi cielo, bailas en puntas de pie sobre tus zapatillas.

Si entre el tiempo te encuentro de prisa, la oscuridad de mi silencio rompe de dicha.

Las sombras de un hilo externo me llevan caminando al más allá, me piden que no piense en sentir

tus besos, que no intente volar.

De alguna manera me has quitado las penas, dejando en silencio lo que no me cuentas, aun así de algunas me olvido cuando me voy del más allá, cuando subo a lo alto de tu estrella.

Pero aun así no intento volar.

Volar como vuelan las personas que no duermen de madrugada, con sus almas heladas,

Heladas de pensar que harían si sus alas cortarán.

Por eso me alejo de los sentimientos y los pensamientos,

Para no sentir ni pensar en querer volar.