Monologo del loco.

Semejante mío, te invito a sentarnos en la distancia y a observar la locura de los nuestros. 

  Dediquémonos a ver como el sol dibuja una sombra sobre los verdes campos de nuestra tierra, semejantes obras de arte han sido olvidadas por los “ocupados" de hoy en día.   

Imaginémonos un día en donde todo lo trivial salga de su mito y vuelva a florecer como la bella flor que siempre ha sido.   

 Ese día miraremos como la calidad de vida no ha sido igual a cantidad de dinero, porque los placeres más simples son los que son invisibles para los bolsillos.    

También, ese día no solo tu y yo estaremos sonrientes, nuestros oídos también lo estarán; ese día, ya no escucharan las vacías promesas de los políticos, esas promesas que han alimentado, pero no nutrido a tantas generaciones.  

 Ese día ya no habrán pecados, ya que la fe ya no será vendida, los pastores por fin silenciarán y dejaran que sus obras hablen por ellos. Los sacerdotes al fin dejaran de apuntar con sus dedos y ocuparan sus manos para clavar sus acciones antes de crucificar a su feligresía.     

Podremos ver un sol único en ese día, ese sol ya no castigará las espaldas de los viajeros desterrados; ese sol estará de luto y su brillo no será el mismo.    No será el mismo ya que el dinero ya no tendrá poder.  

Amigo mío, somos locos, sigamos imaginando.   

 Ese día, habrá una crisis mucho mas grande que la del 29.  

 Los bancos estarán en bancarrota… cerraran; ese día habremos olvidado nuestra vieja identificación, conocida como el dinero.   

 Amigo mío, ese día habremos de unir a dos hermanas de sangre que se les separo en el tiempo, uniremos por fin a la libertad y a su hermana justicia.Ellas ya no estarán compradas ni violadas, ellas me dijeron que estaban cansadas.     

En ese día, nosotros vendremos de la alegría, y no de la razón.

Ya verás mi amigo como los televisores ya no serán los mejores amigos de los niños, ni el método preferido de los padres para buscar más tiempo para ellos.    

Seremos capaces de vivir sin ojos, ya no los necesitaremos, ellos nos hicieron tanto daño y como te dije lo vital no es visible para ellos.   

 Ese día hemos de empezar a jugar a encontrar a las virtudes; antes me solían decir que el amar es una virtud, siempre me negué a creerlo, era una necesidad.   

 Mi querido amigo, sabes también que en ese día tendremos boletos en primera fila para ver a los caídos levantarse, los veremos renacer en cada uno de los que moldearan nuestras vidas para bien con los ideales que habían estado enterrados.   

 Déjame decirte que no debes temer al estar perdido, y si piensas que lo estas, nos hemos de encontrar en los ojos de los niños ahí en donde Facundo encontró nuestra identidad… La felicidad.