Quemado y saqueado por su hermano

Mientras tanto dos amigos de Manuel

se disponían a cargarlo para un carro

e llevarlo para una clínica

pero antes de salir Claudio

que aun acomodaba los reales en su bolsillo

les dijo que en las circunstancias que estaba

y con pocas probabilidades de salvarse

que lo llevasen mejor para el hospital público del teleférico,

allí podían atenderlo sin cobrar nada.

Manuel era un hombre que le gustaba darse buena vida,

ganaba buenos reales y tenía mucho dinero,

efectivo y en los bancos,

para Claudio era una lástima

no poder echarle mano a esos reales,

pretendió retirar el dinero con alguna autorización,

pero no pudo.

Todo con la excusa de proteger los bienes de su hermano.

Aqui compuse una estrofa para Claudio:

Hombre que cuida la riqueza como vida

de sus hermanos hasta de su madre olvida

siempre anduviera preocupado

sin amigos con la sola sombra a su lado.

Todo esto había sucedido un fin de semana,

había mucha gente en los bares de La guaira y Maiquetía,

y Manuel había sido hospitalizado urgentemente

y no había muerto,

tenía quemaduras de tercer grado en más del 50% de su cuerpo, la ropa se había adherido a la piel

a tal punto de ser casi imposible retirarla,

los nervios estaban inutilizados,

seguramente ya no había dolor,

olía y se veía grasa

y en otras partes de los brazos el vello desapareció

como cuando se quema a un cochino,

la piel chamuscada con algunas manchas blancas

y otras color café.

No había muchas esperanzas de salvación,

y creo que el tampoco quería salvarse,

mucho menos para vivir ahora como un monstro.  

Y aquí una estrofa para Manuel:

Tuviste Manuel lo que sembraste

ya no había vuelta atrás

a la vida ni a la muerte engañaste

solo queda despedirte ahora que te vas.  

(continua)