El Árbol Eterno

Turambar

Camino en los pasillos de la soledad recordando la superflua incoherencia del carácter restringido en la belleza de aquella mujer reflexiva, el olvido visitara constantemente el asedio interminable de las lecturas constantes y diarias cual rutina estoica, las memorias de las líneas en su cuerpo suscitan abstracciones momentáneas que hacen brotar lágrimas; en el roció del fuego nocturno, este reposa sobre una carta rumiante ilustrada con los sueños de los niños, ella llego volando hasta mi hoguera por un viento nacido en la respiración de un lobo, en esas figuras subconscientes se inspira la cabaña en la que habito, escuchando el silencio inescrutable y pensativo del espíritu místico de  los Secuoyas.

 Mi flauta en las altas horas del cielo oscuro los acompaña silbando una melodía grave en la madera; con las notas heredadas de un chamán piel roja. Mi meta ha sido cumplida y ningún humano o fantasma Hamletiano osara a rozar mi claustro redentor en el que elegiré mi última visión del mundo, la música de mi flauta me permitirá sumergirme en el mar de la calma y el perdón eterno, la paz de la contemplación en mi aliento sobre el frio y la gracia de la escarcha serán prefacio del sonido infinito en el cual esperaré para encarnar en  esos árboles la paciencia con la cual advendrá el juicio del fin de los tiempos.

  • Autor: Turambar (Offline Offline)
  • Publicado: 12 de agosto de 2015 a las 04:04
  • Categoría: Espiritual
  • Lecturas: 41
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos




Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.