Extraviado en Venecia

Fue arrastrado más y más en el canal…subido en una góndola recorre la ciudad, mirando hacía todos lados, tratando de abarcar con la mirada hasta el más recóndito lugar, buscando entre la gente su rostro, buscando sus ojos…esos ojos que reconocería en cualquier sitio, sin haberlos visto jamás…sólo en sus sueños.
Busca a su amor que está extraviada en algún lugar, todavía no la ha encontrado la ha buscado toda su vida y quizás la anterior también, pero tiene la extraña convicción de que ella también lo está buscando y de que tarde o temprano se cruzarán en algún lugar de esta vida y se reconocerán con sólo mirarse. Mientras viaja por el canal y mira a su alrededor, después de varios meses de hacer el mismo recorrido que le insinúo un sueño, divisa entre la gente esos ojos con los que ha soñado siempre…aquellos ojos que han iluminado sus noches…esas noches frías y en soledad, en las que la ha pensado, en las que ha imaginado su rostro y ensayado mil veces las palabras que le dirá…,pero piensa que quizás las palabras sobren, que el silencio también es un lenguaje, quizás sólo la abrace y le susurre lo mucho que la ha soñado…. La sigue con la mirada para no perderla de vista, le grita al hombre que conduce la góndola para que la detenga…y corre por entre la multitud, buscándola desesperadamente, sabe que ha llegado el momento de conocerla ,ella es su destino y por fin ha llegado…. Cuando ya perdía las esperanzas…de repente entre la multitud que caminaba en aquella plaza ve su rostro y sus ojos se detienen en los suyos, como queriendo reconocerlos, ambos detienen el paso y se miran fijamente…, la emoción lo embarga y de tantas cosas que quería decirle…no dice nada, las palabras se detienen en su garganta, su corazón late como nunca, sabe que es ella, es su amor , el amor que el imaginó que compartiría su vida…el alma que busca la suya… sus ojos se inundan de emoción , una lágrima cae por su mejilla, tartamudea , va ha hablarle y ella lo sigue mirando como queriendo reconocerlo, pero sigue su camino …con un hombre que la lleva de la mano y voltea para no perder su mirada, mientras se aleja.