El reflejo de mi corazon, antes que el de mi espejo.

Ella fue siempre una bella persona, era la magia que le hace falta a tantos en el mundo, era quien tenía un par de palabras para toda persona a quien le hicieran falta, sus oídos eran para el mundo y siempre llevaba una sonrisa en su bolso para quien no la tuviese, cepillaba su hermoso cabello todas las mañanas sentada en su jardín pero aquella hermosa persona tenía un pequeño problema, sus ojos parecían dos lunas hermosas, pero no podían ver nada, ella no conocía el mundo, nunca supo cuál era la magia de un color, pero siempre platicaba con las personas no importando si eran ricos o pobres, si tenían un buen corazón o solo tenían intenciones de dañar a terceros, de esa manera fue como conocía a él gran globo, una mañana de diciembre llego el día en que cumplía años y le hicieron una bonita fiesta, le llevaron muchos regalos, entre ellos un regalo muy peculiar, una anciana le regalo un espejo muy hermoso, un gran espejo, y le dijo aquella anciana a la joven; tus ojos no funcionan y no puedes verte, pero has el intento por mirarte en este espejo, desconcertada se acercó a aquel espejo e hiso lo de siempre, solo se puso de pie, en esta ocasión, frente a aquel espejo, la anciana le dijo, ve lo hermosa que eres, una lagrima resbalaba por su mejilla mientras las palabras se encontraban atadas en su garganta, unos segundos después, le respondió que no podía ver nada, la anciana le dijo; la belleza no está en un espejo, la belleza esta detrás de tu mirada, muchas personas como tú, logran ver más allá de quien ve solo hasta donde su vista le permite, el espejo es para que recuerdes cuan bella eres al no poder deleitar tu reflejo, la joven le regalo una sonrisa que llevaba muy dentro, la llevaba justo en el centro de su corazón, sabía que era para ella, y un par de segundos después, como sacado de un cuento, solo desapareció.