Quiero

Quiero envolver con mis ansias tu sensualidad, mujer,

 tomar por sorpresa tu ganas, que no queden dudas por la mañana

Quiero que despiertes con una sonrisa ligera, lo suficientemente convincente para besarte suave y delicadamente, justo antes de las frutas, el pan y el té, aquel que en bandeja de plata tienes a tus pies.

Le temo a lo desconocido, al igual que tú, dulce mujer, le temo al error de muchos y arrepentimiento de casi todos, quiero que lo nuestro sea distinto, diferente, que sea a nuestra propia manera.

Quiero ver el brillo de tus ojos hasta el fin, hasta tu último suspiro.

Quiero que tomes mi  mano cada mañana y las pongas en tu pecho sin decir nada, para sentirte viva para sentirte saciada.