Una rosa roja
Ataviada de amor.
Sin saber porque
Me la regalo dios.
Yo la quiero mirar
Del amanecer a la noche.
Tomados de la mano caminar.
Sintiendo el fresco del aire
Que se lleve mi canto
A los ruiseñores.
Que todo el mundo sepa.
Que es el amor de mis amores.
Su voz suave de Briza
Hechizo mis sentidos;
De su brazo deseo
Estar locamente prendido.
Hace poco que le digo.
Que ella es mi ilusión
Que suspiro noche y día.
Para ella es mi corazón.
Alberto Aguayo
Comentarios3
rosas rojas de mis preferidas; de suave aroma de enorme belleza de gran signidficado ahhh sè que no te refieres a esa clase de flor pero recordè las rosas rojas ahhh se me sale un suspiros
bonitas rimas y que bueno que regresaste a escribir es un gustazo
Excelente poema querido y extrañado amigho.
besos.
excelente regalo sr.
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