XXXI

Hace tanto tiempo y todavía

Llevo grabado tu recuerdo en mi memoria,

Lo llevo en el corazón sangrante,

Me persigue como sombra inseparable…

Tu imagen sigue por doquier mis pasos

Y oigo tu voz que susurra en mi quebranto.

 

¿Que hechizo misterioso me ha ligado,

A este amor tan inaudito?

¿Porque mi alma se aferra a su pasado?

¿Porque siento en el pecho este latido?

¿Porque maldigo, porque grito,

Porque me aborrezco a mi mismo?

 

Porque te adoro… lo sé…

Y no resiste mi ser esta agonía,

No concibo que otra boca bese tus labios,

¡otra boca que no sea la mía¡

No puedo imaginarte en otros brazos,

¡Ni que otro se contemple en tus pupilas¡

 

 

 

 

Yo solo sé del calor de tus abrazos,

Y he bebido las lágrimas que tus ojos destilan,

Yo solo sé de tus quejas y lamentos

y te he tenido reclinada en mi pecho.

Yo solo sé de tus penas y desdichas,

Y tienes por dentro el corazón deshecho.

 

Y sé que me amas, que me has amado siempre,

Lo he sentido en tu voz desvanecida,

Lo he notado en tus ojos, en tu risa,

¡Me quieres y me dejas a la vera del camino,

Me dejas rehuyendo del destino,

Te vas dejándome en el limbo… entristecido,

Condenándome a vivir solo en el mundo!