EL POEMA DEL ADIÓS (de mi libro “Apocalíptico”)

Raúl Daniel


AVISO DE AUSENCIA DE Raúl Daniel
Estimados amigos de Poema del Alma: Debido a vicisitudes muy extensas de relatar me vi alejado de la página, hoy intento regresar, paulatinamente iré subiendo algunos poemas que ya publiqué, por lo que les pido paciencia, pues es por ahora todo lo que puedo hacer, gracias por vuestra comprensión.

 

EL POEMA DEL ADIÓS (de mi libro “Apocalíptico”)

 

Me dijo el Señor un día

que escriba el poema del adiós,

y me dictó lo que sigue,

espero te sirva...

como también el libro...

(a mí me sirvió).

 

Canto uno:

 

“Escalé la ladera del conocimiento

hacia la cima de la verdad,

para recrear mis sentidos

en el valle de la sabiduría...

y en el amanecer de mis últimos días

¡descubrí la vanidad de mis fantasías!”

 

Canto dos:

 

“No es verdad la mentira,

mucho no alcanza,

y la única forma de inclinar la balanza

es entregarle infinitamente todo

... a Dios”.

 

Canto tres:

 

“La más grande paradoja es

definir el vacío...

¡pero ya fue definido!,

y, al no poder comprenderlo

exclamamos: ¡Ay... Dios mío!”

 

Canto cuatro:

 

“El mar se abrirá otra vez...

pero será de estrellas,

para dar paso a la bella

Nueva Jerusalén...

Yo lo contemplaré

un buen rato... (me iré después)”.

 

Canto seis:

 

(Faltó el canto cinco,

les sucede a los mejores poetas...)

 

“Siempre hay un misterio

que no se revela...

sobre todo

a los que habitamos la tierra;

la duda crea el suspenso,

y, por la ausencia de la fe,

convertimos nuestra única oportunidad

(esta existencia) en una patética novela”.

 

Canto siete:

 

“Siempre culpamos a otro

con tal de justificarnos

¡de balde!, porque ya fuimos

salvados por Jesucristo...

Alguno que otro lo cree...

pero pocos, por lo visto”.

 

Canto final:

 

“Es de muerte,

es precipicio, es hoguera...

es carne que se deshace...

sangre corriendo a la tierra...

es el adiós prometido...

sin alegría ni suerte...”

 

Segundo canto final:

 

(Que lo canta otra gente)

 

“Un hermoso niño rubio

con grandes ojos celestes,

junto a la cueva de un áspid,

con unas canicas juega...”

 

Mi canto:

 

“Aunque andaba por el mundo,

hacía mucho me había ido,

en un andar infinito

hacia el futuro escogido...

por mi propia voluntad...

¡y por designio divino!”

 

Canto diez:

 

“¡Amén!”

 

 

No es un canto:

 

“Dejamos para después las cosas que, finalmente, no hacemos, porque entonces ya es demasiado tarde.”

 

  • Autor: Raúl Daniel (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 18 de mayo de 2015 a las 01:22
  • Comentario del autor sobre el poema: Este es el final del libro Apocalíptico. Varios poemas de este libro los había publicado con anterioridad a que me decidiera a identificar los libros de los que voy subiendo los poemas diariamente.
  • Categoría: Espiritual
  • Lecturas: 143
  • Usuario favorito de este poema: Hugo Emilio Ocanto.
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