Tan cruel pueden ser lo sueños. Tan endiablados dañan mi razón.
Que hacen que vea un precioso Oasis, donde lo único que hay es desierto y desolación.
Qué hermoso pero que duro soñar contigo mi Oasis.
Ese espejismo que anhelo por mi sombrío camino.
Beber de tus labios, lo que ansían los míos.
Cobijarme en ti y embrigarme de tu olor.
Qué cruel el espejismo, mi Oasis
Que en mi camino hallarte no podré.
Soñar contigo es mi placer pero a la vez mi condena.
Oh mi Oasis! Por qué me torturas de esta manera.
Debilitándome cada noche.
Torturándome con tus caricias y con el deseo de llegar a ti.
¿Qué es lo que tengo que hacer para poder convertirme en tu desierto?
¿Formar parte de tu todo?
¿Ser el motivo de tu existir?
Tú eres el mio.
El aliento de mi respiración.
El suspiro con cada susurro de tus labios.
¡Oh mi Oasis! No puedo vivir sin ti.
Sin ti no existo.
Sin ti, esta vida, no tiene sentido.
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Autor:
Natalia H.B. (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 12 de mayo de 2015 a las 07:01
- Categoría: Amor
- Lecturas: 32
- Usuario favorito de este poema: Pepe Pnca.
Offline)
Comentarios1
Les contaré la historia detrás de este poema.
Es el canto a un amor platónico. A una estrella fugaz que va tan radiante y tan rápida por el mundo que me ha sido imposible alcanzar. A ella, mi Oasis, va este poema. No he podido alcanzarte en tu trayectoria fugaz, pero se que coincidirá con la mía en algún momento.
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