Ámame como yo te amo, con sinceros sentimientos,
Que todos mis pensamientos son un constante reclamo;
Es que en verdad no te olvido, siempre te llevo en mi mente
Como ese ser que, aunque ausente, es el ser más consentido;
Eres perenne recuerdo, que nunca va a marchitar,
Lo que siempre voy a amar, mi más productivo acuerdo;
Eres en fin mi consuelo, dulce ungüento celestial,
Aquel amor inmortal que consumó todo anhelo;
Pues sólo tú conseguiste darme lo que yo soñé,
Eso que tanto busqué y que con pasión me diste;
Fuiste el hermoso lucero que me alumbró al caminar
El privilegio de amar: mi único amor verdadero…
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Autor:
Raúl Gonzaga (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 23 de abril de 2015 a las 07:06
- Comentario del autor sobre el poema: Versos de 16, dos de 0cho a manera de redondilla, que tratan de un gran amor...
- Categoría: Amor
- Lecturas: 135
- Usuarios favoritos de este poema: Alexandra L, la negra rodriguez, pani, Aquiles Mirmidon.
Offline)
Comentarios4
Mi amor verdadero está presente en mí, pleno y vivo; ese amor se transfroma día con día en voluntad de dar, en anhelo de vivir el placer de servir y compartir lo mejor sin esperar nada a cambio...
Hermosos versos Raúl, en verdad el verdadero amor lo puede lograr casi todo, es abnegado, desinteresado, dedicado, quien lo conserva puede enfrentar la vida sin temores. Siempre un gusto visitar tus letras.
Un cordial saludo, feliz día, Alex.
Alex, el amor verdadero es nuestra meta, ese amor universal no se compara con nada, ese tipo de amor nos une a los que amamos la poesía y la fraternidad; saludos y un fuerte abrazo fraternal...
Vaya que poema más hermoso y sentido en su expresar, es maravilloso leerlo de principio hasta el final, pues es una caricia al alma.
¡Un abrazo mi querido amigo!
Luna y Poesía, tu cementario es tan tierno, tan suave, tan delicado que deja el alma plena de felicidad; saludos y un fuerte abrazo fraternal...
Todo el sentimeinto para un amor verdadero vuelcas en tus versos amigo.
besos.
Mi Negrita Rodríguez, gracias, mis amores verdaderos están en la gente auténtica y franca que me ha brindado Dios, personas que, como tú, tienen un corazón pleno de amor; saludos y un fuerte abrazo fraternal...
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