CANTO DE ENAMORADO

Si no existiera la música,

No sé si viviría.

Sin la música, la vida es menos vida

Es como sangre que corre por mis venas,

La que da fuerza, la que mitiga penas,

Y, al escucharla, el alma se sublima.

Te hace volar, te eleva por los cielos,

Y, al escuchar una bella melodía,

Más fácil es pensar que Dios existe,

Lo ves mas verdadero.

¿Cómo explicar la luz de amanecer,

O la mirada de mi bien amada?

Sin la música, comprender es imposible,

De su amor la llamarada.

Si no existiera la música,

Yo quizás la compondría.

Por voz, tomaría yo tu risa,

Como el agua cristalina, limpia, pura,

Y para colmarla de dulzura,

Tu rostro acariciado por la brisa.

A la voz, color darían los reflejos

Del sol sobre tu pelo, por la tarde,

Acompañados por el de tu mirada,

Reflejado a la mañana en el espejo.

La letra la escribiría con susurros ,

De nuestro amor contados al oído,

Y para dotarla del calor debido,

Añadiría el del abrazo de tu cuerpo.

Se me ocurre que usaría por timbales,

De tu cuerpo al abrazarme su latido

Y, para acompañarlo en su sonido,

El golpeo de la lluvia en los cristales.

De la dulzura de tus labios al besarme,

Que me traen recuerdos de ambrosía,

Si pudiera, a mi canto dotaría,

Y el ritmo, lo pondrían tus andares.

Y para unir todos estos elementos,

De tu cuerpo copiaría la armonía,

Y crearía la más bella melodía,

Con todo mi amor y mi mejor aliento.

Pero yo dudo que igualar consiga,

A la que mi alma interpretó ese día

En que apareciste tú en mi vida,

Como un rayo de sol, amada mía.

Si no existiera la música,

Yo para ti, mi amor, la inventaría.

Enero de 2015

Jose Cruz Sainz