LETARGO

 

                              

 

Tengo mi reloj parado,

 la imaginación dormida,

mi pluma tiene catarro,

y el tintero está sin tinta.

Mi cerebro, aletargado,

ya no ensambla ni una rima.

Y yo estoy desconectado,

sin ninguna expectativa.

 

Ponte a trabajar poeta.

Ya está bien de tanta siesta,

no chupes más de la teta.

Despierta ¡hombre! Despierta.

Átate los machos tío

que estas cosas son muy serias,

y el porvenir es sombrío

si se vive de la renta.

Estrújate las meninges.

Ponte frente al “ordenata”.

Medita bien lo que escribes

y verás como algo sacas.

Mas si te abandonó Euterpe

por culpa de tu “vaguitis”,

ruégale que vuelva a verte,

y ella te hará un buen “strip tease”

 

Y volverás a cantarle

al amor y a la congoja.

Al mar, al cielo y al aire,

a la belleza, a la copla.

A las mujeres con casta,

a los hombres aguerridos.

A los de ¡Con poco basta!

Pues siempre, poco han tenido.

A los amantes sinceros,

al adulterio flagrante.

A los que no ponen peros.

A los de “siempre adelante”.

A las feas con salero.

A las más despampanantes.

A las que no tienen miedo

de hipócritas ni farsantes.

 

Y con un poco de suerte

también le podrás cantar

a quien no teme a la muerte,

a quien se lanza a volar.

Al infiel que nunca engaña.

Al honrado jornalero.

Al que casi nunca gana

pero siempre está contento.

A los de ¡Viva la vida!

Para que la muerte muera,

y combaten a quien diga

lo contrario, a su manera.

A quien prefiere ir al cielo

por la climatología,

pero le gusta el infierno

por la buena compañía.

 

También servirán tus versos

para desenmascarar

al avaro y al perverso,

a los que siembran el mal.

A los que se inventan guerras

por sus propios intereses.

A los que inundan la Tierra

y la ensucian con sus heces.

A todos los que pretenden

hacer ley de sus creencias.

en un mundo en que, no entienden

que existen otras tendencias.

 

Así, que ponte las pilas

y comienza a teclear

para cantarle a la vida.

Que  hay lugar para cantar.

 

Viento de Levante