...El sol de abril lluvioso lo despertó en una húmeda mañana radiante de color...la vida palpitaba por doquier, insectos, aves, animales...hasta la savia parecía temblar y fluir en el aire de la selva lujuriosa, como si ésta formara un solo todo: aire, árboles y plantas ...Todo era color y vida...pero no había tiempo para compenetrarse con esa maravilla sensual...el peligro acechaba, el instinto azuzaba los sentidos hacia lo extraño, la amenaza se olía, y los músculos, uno a uno, iban tensándose...
Comentarios1
Perfectamente podría decirse que continuará... un placer leer tu bello y sentido poema, lleno de mucha naturaleza y pureza.
un cordial saludo.
Santiago.
Muchas gracias Santiago, feliz miércoles para tí...agradecida por tus palabras...jeje...sería interesante continuarlo, pero lo dejo para la imaginación del lector, las posibilidades son infinitas...
Un abrazo con mucha amistad
Tasya
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