Eres tu...

Eres Tú.

Veneno que devoras mi ser, eres tú,

Como la gacela que corre por el prado infinito,

Demostrando libertad sin frenos, me llenas de ansiedad con tan solo un beso,

Me matas y me das la vida de muchas maneras,

Quemas como el fuego pero sin emanar luz,

Devastadora como fiera cazadora,

Tentadora como la miel mas dulce, seductora como Afrodita,

 Hermosa como los Ángeles del Señor,

Pero tan sagaz y temible como un Lobo hambriento,

Quien seria capaz de soportar dicho ser,

Solo la soledad y el miedo serian capaz de calmarla,

En este mundo un chiquillo seria lo suficiente tonto para amarla con locura,

Uno con miedo a soledad,

Con temor al dolor,

Con pasión descontrolada la besaría,

Tomaría y la haría suya en su lecho,

Entregando su cuerpo y alma a ella,

Con temor a perderla sin saber que lo mismo pasa por la mente de ella,

  Teniendo a la luna y las estrellas como sus testigos en una noche primaveral mientras desbordan caricias y besos incapaces de describirse con palabras.

Eres tú, quien vive como aurora boreal en mi mente,

Afortunado aquel que te ame y al que ames, envidiado por muchos hombres

El que dome tu salvaje corazón,

Tú trovador joven, que no derramaría simples lagrimas,

Sino daría un mar de llanto al perderte.

Tú, un Fuego insaciable y Amante deseada para muchos,

Pero musa y amada por Mí.  

Sueños de un Lírico (Trova Para Las Musas)

Poesía que traes contigo las letras del espíritu,

Danzando en la mente de este poeta soñador, mostradme la belleza,

Esa que haces que escriba sueños impensables,

Hacia un ser inalcanzable para muchos, pero viable para mi,

Ese que con una sonrisa es capaz

De darle vida a mi ser, que con hacerme soñar me lleva a otro mundo,

Con un beso me lleva al cielo y me da nueva vida,

Que si fuera mi amada, brindarle cariños misteriosos

 Solo conocidos por este escribano, ser capaz de morir

En sus brazos, y sus lágrimas sean cáliz de vida

Para esta ave de paso.

Que su belleza nunca se marchite, y las flores sientan envidia

 Y admiración al sentirla, afortunado sentir sus cabellos,

Su delicada piel, su delicioso aroma probar, para poder vivir como su adorado amor,  morir en sus brazos e incluso seguir amándola

Aun después de haberme retirado con esa entidad admirada y

Temida de túnica negra mensajero del Adiós terrenal.