Himno de hombre libre

Oscar Perez

Himno de hombre libre

 

No tengo solo unas piernas destacadas,

no tengo solo una forma formidable,

además estoy vivo, ¿lo comprenden?,

como la lava fértil que se asoma por mis ojos

o el hilo más agudo en que la noche me suspende.

No espero la condena ni el empuje,

no traigo la traición ni la conciencia,

me visto de heredad, el mundo es mío

y habito en sus comarcas con mis dedos,

más bien entre mis dedos soy comarca

de todos sus destinos y horizontes.

Gigante soy, gigante y ya florezco

como el mejor azul detrás de nubes borrascosas,

emerjo como el pan en aquel horno de los tiempos

y esparzo mi sabor sobre la piel de cada dama.

Existo en la verdad que nadie entiende,

que no interesa porque aquí la lucha es otra,

es todo concordar en que se late,

en que no hay causa para andar apretujados

ni hambrientos ni dóciles ni expertos,

es todo ser feliz, abrir los ojos

como monedas de un valor que sólo al darse

se cobra en extensiones de alegría.

¿Cómo explicar lo que la risa ya sostiene,

cómo expender más calma al que se asfixia?

No debemos perder tiempo en peroratas,

el viento en el cordel da mejor cuenta

de mis camisas que los técnicos en telas,

el barco de papel de cada niño

sabe mejor que el ingeniero ir por el río,

hallar la soledad que el rey no goza

y conquistar lo que jamás el ambicioso

ha de hacer suyo ni en la más sangrienta guerra.

En estas torres negras de este tiempo,

en que con su oropel somos esclavos

de un vicio, una visión malbaratada

de todo lo que fue y de lo que somos,

me yergo para amar, y dice el sastre,

los mendicantes, los obispos , lo poetas

que esa palabra ya no sirve para nada,

que esa promesa se acabó en el cuaternario,

que no hay cohetes para ese acto ni partido

que se la vaya a jugar por un programa tan exiguo.

Pero no entienden mi ciudad, es que mis calles

son venas, son arterias, son neuronas

en que los niños palidecen, porque juegan,

en que las mozas se abren paso a los pistilos

y el hombre las posee como a fieras.

La vida habita allí como un velamen,

y es cierto que el océano es eterno,

pero ¿le importa a quién si no ganamos,

le importa a quiénes más, si todo es canto,

le importan a quién que ya no importe si esto es todo?

No quieren cooperar, pónganse un traje

negro, marital, un gran sombrero

del que no salgan los trucos del conejo,

del que no aparten las ideas de las celdas,

del que no exploten cuando en fiesta los rodeemos,

desnudos para siempre del adiós que no merecen,

pero que habrán de oír hasta que abracen ciegamente

la extensión de nuestra prójima y filial final sonrisa.

 

http://fuerteyfeliz.bligoo.cl/

 

31 01 15

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Comentarios2

  • Claro de Luna

    ¡Regresaste! Creí que mi querer te había intimidado... es un placer pasar por tu espacio. Saludos

    • Oscar Perez

      Siempre bienvenida, saludos.-

    • Trovador de Sueños ...y realidades.

      Siempre es un privilegio leer de tu pluma... Me quedo con el poema íntegramente. Una joya, apreciado amigo.

      Un fuerte abrazo, feliz y grata noche.

      • Oscar Perez

        Gracias, trovador, feliz y grato día también, un abrazo de mi parte.-



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