DE SOLEDADES Y OLVIDO

DE  SOLEDADES  Y  OLVIDO

He despertado muy temprano esta mañana

desnudo y empapado de tu ausencia.

No consigo superar esta experiencia

de olvido, de abandonos y desganas.

He recorrido palmo a palmo nuestra cama

recordando tus aromas de hembra en celo,

intentando apaciguar mi desconsuelo

buscándote por los rincones de mi alma.

Inquiriendo una respuesta inexistente

a un torrente de preguntas sin palabras,

que se burla en la expresión de mi mirada

por un acto de contrición sin precedentes.

Ha cambiado mi ser, tu despedida,

no me quedan recursos ni canciones,

me deshice de lirismos y aficiones

y hoy mana aburrimiento de mi herida.

He dejado el libro y la poesía,

he arrojado mis poemas a la hoguera

y he trocado la luz por la ceguera

que atenaza mis noches y mis días.

Sustituye a la música, en mi oído,

un silencio estridente y egoísta

que se expande despectivo ante mi vista

e invade, hasta secarlos, mis sentidos.

Ni yo se de donde nace esta entereza

(pues hace tiempo que de mi no brota nada)

para enlazar veinte palabras mal contadas

y plasmar en unos versos mi tristeza.

Quise cambiar el vuelo por el paso

y el amor por lo más rancio del sexo,

la pasión y la dulzura, por el precio,

lo perenne y verdadero por lo falso.

Desmintiendo a conciencia lo que era,

confieso que mi error fue apabullante

pues teniendo yo la vida por delante

decidí ponerme el mundo por montera.

Pagaré con creces mi torpeza,

añoraré madrugadas de ternura,

contaré desde el hastío mis arrugas

y volarán canas al viento en mi cabeza.

Viento de Levante