Dime cómo olvidar los lirios enamorados que muerden mi delirio...
Y fuiste aurora,
origen y semilla de los mares,
la ola primitiva de mis ojos,
mirada que mi ser
viola y respira.
Y fuiste noche,
sombra de viento
que mis pasos taja
mientras desvelas rosas
en mis manos.
Y fuiste agua,
angelical pureza entre mis venas
brote de estrella que quema mi nombre
sediento ardor que de coral
me alumbra.
Queda la nada, en este sube y baja de escaleras,
en este remolino de distancias
después de todo el cielo de locura,
después de todo el hielo del infierno,
DESPUÉS de ser tu espina y tu veneno.
Queda el recuerdo
en el inmenso amor que me devora,
en las horas sin luz,
en mi danza de la suerte,
en la muerte de la vida,
en el inmenso mar que no me toca,
que no me mira
en el alma del mar que me reniega...
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Autor:
Claire (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 22 de enero de 2015 a las 12:55
- Comentario del autor sobre el poema: ................
- Categoría: Triste
- Lecturas: 127
- Usuarios favoritos de este poema: benchy43, Am@res, Sophia Sea, Flor de otoño, Ana Maria Germanas.
Offline)
Comentarios4
Los recuerdos no son la panacea, pero que nunca nos falten.
Un abrazo
Muy hermoso tu poema amigo Clarie
Muy grata la lectura de tus letras...
Saludos de amistad...
Críspulo el Hombre de la Rosa...
Simplemente precioso.
Un beso.
Ruben.
Como una plegaria, surge este poema precioso Clarie, y un reclamo doloroso, ante el desencuentro...
Un gran placer leerte,
Te dejo un cariñoso saludo.-
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