Arenga desde el gran sepelio

Oscar Perez

Arenga desde el gran sepelio

 

Nos han matado a todos, ¿que no viste

la cruz con los bandidos, la hecatombe

del atómo y las células infectas,

la mancha del petróleo en pleno océano,

la muchedumbre exhausta y explotada y extendida

sobre toda la tierra como un reguero de ignominia?

¿No viste la razón dictando muertes,

la ley encarcelando a los mas justos,

la fe expulsando a los demonios del más pío,

la vida desplazando al que ahora nace hacia la muerte,

la balanza corriéndose a favor del que más tiene y más traiciona?

¿No sabes que los líderes se fueron,

que esto no es sino un show para que aguantes,

que todo está vendido, la memoria

en un arcón de libros oxidados,

la historia en un mercado de rebajas,

países para el gris, montañas para el financista,

los mares para el buen señor, las primaveras

para los papas que encarcelan sus rosales?

Eres sólo uno más y al lado mío

seguimos siendo tú uno más y yo uno más,

sin que nada nos reúna ni nos cambie.

Nos han matado a todos, lo que queda

es ver cómo volver de la extinción y alzar el rostro,

cómo volver de la opresión y hacernos libres,

cómo venir del sin sentido en que nos duermen

a un despertar de dignos y de alegres compañeros,

vecinos de verdad, enamorados de las cosas,

del aire, de la vid, de la guitarra que guardamos

y del amor que puede que no vuelva, pero que aún nos ame.

Lo que queda es resistir en la agonía,

quizá resucitar sin más cadenas que la sangre,

sin más prisión que el párpado y los huesos, que la carne,

pero con todo el cielo para alzar los nuevos sueños,

con toda la heredad de nuestra tierra tan maltrecha

para al fin revivir de tantos años sin pasado.

Hemos de echar andar, prendan las luces,

alarguen los caminos, que aún nos quedan

maneras de reír y de entendernos,

maniobras con que arar la tierra helada,

mañanas en que abrir la puerta a los caídos.

Nos han matado a todos, pero vives

en cada soledad que fue por ti sin entregarse

y que hoy regresa a solas otra vez, pero no muerta,

más pálida quizá, pero no exánime,

libérrima de ser la loca que en la plaza

c0nvoca a quien no para por no oír lo que nos dice.

Aquí se quedará, la fosa abierta,

los gusanos haciéndose gusanos y algunos

de ellos mariposas, aladas novedades

del que ha resistido y en medio de estas tumbas

simplemente se devuelve para decir que aquí, pese a la muerte

nuestro sitio es la vida y la verdad sin fin de tanta vida.

 

http://fuerteyfeliz.bligoo.cl/

 

11 01 15

  • Autor: Óscar Pérez (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 11 de enero de 2015 a las 18:18
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 64
  • Usuario favorito de este poema: kavanarudén.
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