No te muevas pequeña, no te muevas,
que el viento traiciona y te despeina.
No te muevas, no camines, no me mires;
me lastima que me digas "no te vayas".
Ya no llores pequeña, ya no llores,
que tus lágrimas sólo atrasan mi partida;
si me tomas se despiden porvenires.
Nada dura el llanto mi niña, ya no llores.
No sacudas tu mano, no lo hagas
que el mirarte me destroza en mil pedazos.
Es por hoy un "hasta luego" niña hermosa
y mañana no olvidaré, ni aunque muera, tu regazo.
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Autor:
E. Acuña (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 7 de enero de 2015 a las 15:31
- Categoría: Triste
- Lecturas: 78
- Usuarios favoritos de este poema: Leonardo Demian, El Hombre de la Rosa.
Offline)
Comentarios3
Me parece muy sentido y auténtico, gracias por compartirlo.
Saludos fraternos.
Pensé que a los hombres no les dolian las despedidas
Muy emotivo tu versar amigo E. Jonck...
Un placer haber pasado por tu portal...
Saludos de amistad de Críspulo...
El Hombre de la Rosa...
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