AVISO PARA LA NOCHEVIEJA

Poemas de Camilo

EL ESTRESS DE NOCHEVIEJA

Hola a todas y todos, como dicen ahora los políticos.
Me han mandado esta reflexión, amigos poetas y facebookeros, y la quiero compartir con todos ustedes.

 Se aproxima a la realidad. Dentro de nada es Nochevieja, ¿eh? ¡Qué estrés! Yo en Nochevieja me siento... me siento... no sé, me siento como un toro, ¿no? Cuando llega la fiesta miro alrededor y me da la sensación de que todo el mundo se lo está pasando bien, menos yo. Os cuento lo ocurrido el pasado año, para que sirva de ejemplo y toméis experiencia.
El estrés comienza con la cena. Aquello parece una prueba del Gran Prix: tienes que llevar una prenda roja, tener algo de oro para meterlo en la copa, preparar las doce uvas... Y contarlas varias veces, porque, como son todas iguales, te equivocas:
–Una, dos, tres, cuatro..., una, dos, tres, cuatro, cinco, seis..
Está pocha y la he contado... Una, dos... siete, ocho... ¡Joder, las doce menos cuarto!
–¡Chavalín, trae el boli, que las voy a numerar, como en el Bingo!
Y la madre: ¿Queréis venir..., que se enfrían las gambas...?
Que esa es otra: te tienes que comer todo lo que está en la mesa...¡antes de las doce!; que, con las prisas, más que pelar gambas, parece que estás desactivando una bomba.
–¡Coño, las doce menos diez! ¡Mamá, no me da tiempo: hazme un sándwich en lugar del capón, que ya está terminando el programa en la tele…
Y no eres el único que está agobiado, ¿eh? No hay más que ver a los que organizan las campanadas, explicando a toda España como funciona el reloj de la Puerta del Sol. Temblando por si se equivocan: 
"Cuando la aguja pequeña esté en las doce y la grande también... serán las doce". – ¡Vaya, como todas las noches! –digo yo.
"Y entonces bajará la bola y... luego vienen los cuartos, ¡No vayan a empezar a comerse las uvas, ¿eh?"
Vamos a ver: ¿por qué nos explican mil veces que no comamos las uvas en los cuartos y nadie nos explica por qué coño tiene que bajar una bola? ¿Qué clase de reloj es ése?
Cuando por fin llegan las doce, en toda España se oye lo mismo:
Cla, cla, cla, cla...
–Es la bola: cla, cla, cla... Din-don...
–¡Ah no, que son los cuartos! ... Din-don...
–¡Escupid que son los cuartos, ¡coño! ... Din-don...
–Pfbbbbbbbb... ¿qué son qué? ... Din-don...
–¡¡¡Los cuartoooosss...
Ton...
–¡¡¡Ahora, ahora!!!
Ton...
–¡Una!
–¡Que no, que vamos por la segunda!...
Ton...
–Pues me meto dos....
Ton...
–Seis...
–¿Cómo que seis?
Ton...
–A mí ya no me caben más, ¿eh?
Ton...
–¡Eh!, ¡deja mis uvas!....
Ton...
–¡Es que se me ha caído una al suelo!
Ton...
–¡¡¡Brgrrffdss...
Ton...
–¡¡¡Bggggdffffff...
Ton...
–A mí ya no me quedan...
Ton...
–¡¡¡Bgggggdffffff....
–¡Pues a mí me sobran cuatro!
Ton...
–Bfgggggggg, grounfffffff...
Y cuando acaban, toda la familia con la boca llena, a darse besos:
–Feliz año, ¡eeeeeh!, felicidades, grfdddfd...
Y suena el teléfono: ¡riiiiiiiiiing!
–¡Pero bueeno! ¿Ya están llamando? ¿No se pueden esperar?
–Pues a mí todavía me sobran dos uvas...
–¡Champán..., venga el Champán o Cava, lo que sea, que me ahogo con las uvas!....
¿A vosotros os parece lógico empezar el año así?
¡Qué estrés, de verdad!?
Pero como es Nochevieja... tienes la obligación de divertirte.
Después nos fuimos a la fiesta, a un sitio en el que, si caben doscientas personas, el dueño ha decidido meter a mil doscientas. ¡Muy bien! ¡Mil más de las que caben! ¡Quédate en la calle si te apetece, con la que está cayendo! Cinco grados bajo cero.
Por fin entras.
A mí el año pasado me ocurrió de todo. Yo estaba tan tranquilo, tomándome un cubata de garrafón, cuando de repente un tío me cogió por detrás y me dijo:
¡¡¡¡COOOOOOOOONNNGGAAA!!!!
Y, claro, que vas a hacer, pues te pones a bailar... ¡Eso te lo hace un tío en el autobús y le partes la cara! ¡Pero como es Nochevieja...! ¡Pues hala! Y de repente te das la vuelta y llevas cien personas enganchadas a tu trasero. ¡A ver como escapas de ésta! Porque una conga es como una secta: entrar es muy fácil pero salir es muy jodido.... Hay otras congas más... girando por toda la sala. Bueno, pues iba yo conduciendo mi conga... por mi derecha, cuando, de pronto, me veo venir en dirección contraria una conga suicida conducida por un gordo con casco de vikingo. Yo le iba a hacer ráfagas, pero como las congas no llevan ni luces ni nada..., para evitar la colisión, di un giro brusco a la derecha... ¡Pero me tragué entera una columna de espejitos! ¡Siniestro total! Doce heridos leves, una columna de espejitos destrozada, y yo, con una ceja abierta tirado en el suelo. Y en ésas, me desmayé.

Al despertar estaba en la sala de urgencias, rodeado por todos
los de mi conga. Yo creo que algunos todavía no se habían desenganchado...
Bueno, las urgencias en Nochevieja, también hay que vivirlas. Si en la sala caben cincuenta personas, allí estaban metidos  ciento cincuenta...
Como en la discoteca. Y como allí también es Nochevieja, el camillero lleva un gorrito de moro, la enfermera un collar de hawaiana y el que te cose la ceja unos dientes de Drácula, ¡que te da una confianza...! El tío me dice:

–¿Qué ha sido? ¿Con una moto?
–¡No!, con una conga…
–¡Ay!, si es que van como locos con las congas...
Cuando salí de allí me quería ir a mi casa, pero como era
Nochevieja, acabé a las ocho de la mañana con la ceja grapada en un bar...
–Oiga, póngame un chocolate con churros.
–Pues sólo nos queda Nesquick y algo de pan duro... Es que los últimos churros se los han tomado los de una conga, ¡traían un cachondeo...! Había un gordo que llevaba casco de vikingo... ¡No le digo más!


¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡FELIZ 2015!!!!!!!!!!

Ver métrica de este poema
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos


Comentarios5

  • El Hombre de la Rosa

    Me ha encantado tu lunda historia de la ceja rota y la conga con la uvas del bola de la puerta del sol y la madre que lo pario amigo Camilo
    Buena salida de finales del año 2014 y alejate del 2015 hasta que pase la noche...
    Un fuerte abrazo de Críspulo

  • arnaiz

    Despedir el año siempre ha sido una fiesta ya sea bueno o malo...Esa noche es una locura de fiesta donde cada uno pone su limite, perdón no tiene limites.Visto el relato Español poco que añadir muy bueno.Feliz Año 2015 para todos.

  • Alexandra L

    Noche vieja, noche de disfrutar, recibir el año nuevo con el espíritu, listo a armonizar. Un placer leer tu buena historia.

    Un abrazo, Alex.

  • María C.

    JAJA MUY BUENO, así es la despedida, lástima que muchos acaban que no saben si están tomando ''cola-cao'' o chocolate a la taza,CON 'PORRAS MADRILEÑAS'' O CHURROS...NO SE ENTERAN YA.
    Me ha gustado por original pero encierra verdades.
    Un abrazo
    FELIZ 2015
    KITTY

  • Poemas de Pepita Fernández

    Como siempre genial tu ilustre humor, y tu acertado golpe de gracia .
    Un abrazo ,Camilo.



Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.