dos poemas para un amor lejano

A un hombre como yo
Le gusta una dama como tu
Bella y con orgullo
De sonrisa pronta y fácil
Alma libre y humilde espíritu
Decidida pero de corazón frágil.

No te cuesta, cuando necesario
Es llorar, por eso tu eres
Para mi un relicario
Al cual se le implora hincado
Que se adorna con flores
Y se le besa apasionado.

No se si es tu descripción
En los versos que anteceden
O si es mi imaginación,
Lo que de ti me tiene cautivado
Y que causa la pasión
Por la que estoy de ti enamorado.

Esos grandes ojos bellos
Son importantes
Igual que tus delirantes pechos,

Tus labios mil horas me entretienen,
Pero sin duda son tus cualidades
Las que enamorado me mantienen.
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El mar azul e inmenso,
alberga recónditos secretos,
Que implacable el tiempo,
un día dejara al descubierto,
Las bellas flores son de colores
Y se van a marchitar,
El sol amarillo brilla,
Pero un día se va a apagar,
La luna ilumina el cielo,
Pero algún día nos envolverá la oscuridad,
Los ríos azules y libres corren,
Perón alguna vez se detendrán,
El Niño llorando nace,
Y callado morirá,
Tu como la primavera eres bella,
Pero un día el invierno te cubrirá,
Yo un día junte tus labios y los míos,
Tal vez jamás se besaran,
Pasaran mil siglos
Y todo sucederá!
Pero tu risa mi vida
Jamás se acabara
Tus bellos ojos
Siempre han de brillar
Tus labios de cristal
No se romperán
Y esa cara angelical
Mi corazón jamás olvidará
Esa vos, tu vos
Siempre conquistara mi corazón
Bella ratona te juro
Yo nunca te dejare de amar.