Estoy tras el volante
dueño de todo
la máquina, el camino, el paisaje
todo soy yo.
Mis humores, aceleran
tanto como el camino
cada señal, es un recuerdo
que pasa sin más.
De que sirvieron tales cosas
cuanto he dejado en ellas.
Las señales, los árboles, todo
me deja atrás, sin percibirlo
solo el rugir del motor
y esa levedad en mis manos.
Recuerdo ese primer beso
casi inocente del deseo
sus ojos húmedos de llanto
y mi promesa vana.
Llega la curva
solo deseo seguir el camino
como si eso justificara la proximidad
de la vida.
Acelero, la máquina trepida obediente
voy dominando, como siempre lo hice
el sol, aparece enfrente
y sus labios, diciéndose enamorada.
¿Por qué le mentí?, de mi regreso
si jamás lo intenté
después la vida, fué por tantos caminos raros
su cuerpo de niña y mis brazos enamorados.
Mis ojos, se llenan de sol
acelero y la vida fluye
como los recuerdos olvidados
solo tras el volante quieto.
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Autor:
Esteban Couceyro (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 13 de diciembre de 2014 a las 10:31
- Categoría: Surrealista
- Lecturas: 43
- Usuario favorito de este poema: El Hombre de la Rosa.
Offline)
Comentarios2
Muchas vivencias personales en tu lindos versos amigo Esteban...
Que la salud el amor y la felicidad sean tus aliados...
Saludos desde Torrelavega...
Críspulo... El Hombre de la Rosa...
Estimado Críspulo, la imaginación se une a la realidad, generando vidas no vividas, al menos en plenitud.
Te saludo, desde esta Bahía Blanca ya en pleno estío.
Esteban
Creo que tus vivencias te hacen acelerar la vida de manera peligrosa.
Yo pienso, al camino hay que gozarlo todo el tiempo, aunque nos dé tristezas. Soy sobreviviente de experiencias muy sufridas, eso me llevó a ser positiva.
Un afectuoso saludo y buen fin de semana.
Supongo, que no ha de haber alguien mas positivo, que quién te escribe.
Mis fantasías, navegan por mis personajes y aveces también por mi. Soy uno y un montón, llevando las posibilidades a los infinitos matices de seres ficcionados, en alguna medida interesantes al lector.
Es como los actores, parecen un personaje, vívidamente, pero son ellos, esa es la magia.
Vayan mis saludos, con los mejores deseos
Esteban
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