Las manos de tu corazón
me brindaron dulces clavados;
los ojos de tus palmas
me emocionaron cegados;
la boca de tu alma
me incendió a cien grados;
el roce de tu piel
me dejo anonadado.
Las manos de tu corazón
me brindaron dulces clavados;
los ojos de tus palmas
me emocionaron cegados;
la boca de tu alma
me incendió a cien grados;
el roce de tu piel
me dejo anonadado.
Comentarios3
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Vaya dulzura de poema, amigo. Buenas noches y bicos
Hay 1 comentario más
Sin duda mi querido poeta tus versos siempre se me clavan en el corazón,me emocionan el alma y me quedan anonada.Un placer pasar por tus versos. Besos
Gracias Carmencita. Tu tambien eres clavo de mi corazón. Un beso. Muack
dulces versos enamorados.
besos.
Gracias negrita. Un beso de vuelta para ti. Muack
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