De pie frente a los escombros

Acaudalado

¿Qué más podría hacer, si todo supera lo que hago?
estamos solos, los dos, contra el mundo,
y el mundo está contra nosotros

 

Ya no nos queda más que la fe que nos mantiene
porque ya lo hemos perdido todo:
somos refugiados en nuestro propio país
y todo por culpa de un tirano

 

Es difícil poder sonreír después de haber
visto tantas atrocidades,
nuestros rostros envejecen,
nuestras miradas se enfrían
y la muerte ya no nos asusta.

 

Podríamos ser uno de los cientos de muertos
cada día,
sobrevivir tiene su precio
pero seguimos de pie frente a nuestros escombros
para ver el día en que miremos al cielo
sin temor a las bombas,
para respirar un aire puro y sin polvo,
para poder ver como, desde las ruinas
la vida comienza de nuevo.

 

Y seguimos de pie. No queremos morir
pero tampoco seguir viviendo así.
Frío, hambre, miedo. Nada nos detiene
nada nos hace flaquear,
estamos los dos, nosotros dos,
solos contra el mundo
pero estamos juntos.

M.O.P

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  • Autor: Karl Schulz (MOP) (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 4 de noviembre de 2014 a las 22:02
  • Comentario del autor sobre el poema: A la Revolución Siria.
  • Categoría: Reflexión
  • Lecturas: 112
  • Usuarios favoritos de este poema: , Eco del alma.
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Comentarios2

  • Acaudalado

    Cuatro son las paredes
    que me miran y que yo miro,
    son blancas pero tristes

    Cuatro son las paredes
    que ya no me encierran,
    yo mismo me encierro
    dentro de mi propio infierno,
    ¿Qué más podría hacer?
    Hay una distancia mucho más grande
    que mis fuerzas,
    hay un destino que no quiere
    unir nuestras sonrisas,
    hay un sinfín de días
    que son vacíos por tu ausencia,
    hay una ausencia tuya en esta ciudad
    que no la llena nada ni nadie.
    ________________________________
    Ni las guerras
    ni las pestes, ni los odios
    ni las ausencias
    ni los crímenes
    ni los desamores,
    ni el hambre, ni la sed,
    ni la soledad que no buscamos
    ni los caminos en que nos perdimos
    ni las piedras con las que tropezamos,
    ni los crudos inviernos
    o los dolorosos veranos,
    ni el odio en Auschwitz o Dachau
    ni las amenazas naturales o artificiales
    (ni los volcanes o las bombas atómicas),
    ni el olvido, ni la traición, ni los abandonos
    ni siquiera el temor a la muerte
    nos quitó la única fe verdadera:
    el amor.

  • Eco del alma

    Buenas tardes estimada (o) sabes que me gustaron tus letras , por que lo que escribes de tu aloma, tiene sentido, Un gran abrazo grande y un beso con cariño y amistad
    Eco del alma



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