CALANDRIA            

rodulfogonzalez

 

Yo te vi, calandria malagradecida, en tu jaula de oro, cantando de dolor, clamando por la libertad que te llevaría a recorrer alegremente los aires y las copas de los árboles.

         Y te vi también implorarle al gorrioncillo para que te librara de la lujosa prisión que consumía tu vida.

            -Contigo me iré –le imploraste al gorrioncillo enamorado de ti- si puedes sacarme de la jaula.

            Y con su piquito, sangriento de luchar contra las rejas de tu prisión, recobraste la libertad.

            Y te elevaste por los aires. Y volaste libremente.

            Y te olvidaste del gorrioncillo que te devolvió la libertad. ¡Cuánta ingratitud!

           Y tu ingenuo salvador se posó sobre un manzano…Y lloró, lloró, lloró.

 

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Comentarios4

  • Donaciano Bueno

    Es de bien nacidos ser agradecidos. Parece ser que los pajarillos de tu cuento no conocen este refrán. Tendrás que enseñárselo a la calandria.....
    Bonita fábula
    Un abrazo

    • rodulfogonzalez

      La inspiración es de un corrido mexicano. Gracias y reciba saludos desde mi bella Venezuela.

    • rodulfogonzalez

      Ese texto en prosa poética está inspirado en un corrido mexicano. Un abrazo desde mi bella Venezuela.

    • El Hombre de la Rosa

      Muy hermosa tu oda a la libertad que tanto ansias amigo Eladio...
      Muy grata la lectura de tus letras...
      Un abrazo de amistad de críspulo
      El Hombre de la Rosa

      • rodulfogonzalez

        Usted siempre generoso al comentar mis textos. Un abrazo desde mi bella Venezuela.

      • Nuria Madrigal

        En una jaula de oro,
        Pendiente del balcón,
        Se hallaba una calandria,
        Cantando su dolor.

        Hasta que un gorrioncillo,
        A su jaula llego,
        "Si usted puede sacarme,
        con usted yo me voy."

        Y el pobre gorrioncillo,
        De ella se enamoro,
        Y el pobre como pudo
        Los alambres rompió.

        Y la ingrata calandria,
        Después que la sacó,
        Tan luego se vio libre,
        Voló, voló y voló.

        El pobre gorrioncillo,
        Todavía la siguió,
        PA' ver si le cumplía
        Lo que le prometió.

        La malvada calandria,
        Esto le contestó:
        "a uste ni lo conozco
        ni presa he sido yo."

        Y triste el gorrioncillo,
        Luego se regresó,
        Se paró en un manzano,
        Lloró, lloró y lloró

        Y ahora en esa jaula,
        Pendiente del balcón,
        Se encuentra el gorrioncillo,
        Cantando su pasión. ...


        Una canción de mis preferidas
        Abracitos 🙂

        • rodulfogonzalez

          Mi texto a la ingrata calandria te llegó al alma. No te había contestado porque me encontraba afectado por la chukinguya, que obliga al paciente a gatear en la cama para poder movilizarse y le hace doler todos los huesos del cuerpo. Un abrazote desde mi bella Venezuela.



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