COSMOLOGIA

cinthiaocaranza@yahoo.com.ar

Pieles que reflejaban un rojo palido. La luz de la luna les caia en lineas verticales y las del fuego los arremetia de frente. El duo, alineado a una orilla del centro del espectaculo, sentados como en diminutos planetas que se hubiesen elevado hasta posarse debajo de sus nalgas, golpeaba con cuatro manos, a ritmo perfectamente sincronizado, los tambores.

Y, mientras tanto, la multitud saltaba, se ondulaba, corria en circulos alrededor de las llamas crepitantes que se alzaban y volvian a sumergirse en el espectro naranja. Los cuerpos danzaban, poseidos, parecian pender de hilos manejados al antojo de dedos invisibles.

A medida que el fuego comenzaba a perecer, la luna se deslizaba imperceptiblemente en el cielo, como escabullendose de la amenaza de un sol latente; las manos se sacudian en intervalos cada vez mas frecuentes sobre los tambores y los cuerpos danzantes amenguaron su marcha.

Asi, poco a poco, los cuerpos se fueron desvaneciendo, hasta desaparecer, en el mismo instante en que el sol desplego sus primeros rayos en el horizonte, en el mismo instante en que las cuatro manos del duo decidieron descansar y los planetas alejarse. 

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Comentarios1

  • xOrionx

    :o...

    deje volar mi mente y eso fue... asombroso y wooow
    que pasion!



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