NO ESTÉS TRISTE
¿Qué es la tristeza...?
La tristeza es muy parecida
a lo que provoca la esclavitud,
cuando la Libertad ya es conocida,
pero te la quitan, en asesina actitud.
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También, como la espantosa aspereza,
la que nos provoca el hambre y la guerra,
que son quienes nos quitan amor y grandeza
en esta Humanidad, que a sí misma se entierra.
***
Los adioses son despedidas con esperanzas de olvidos,
en ancestral matrimonio unidos con los viejos recuerdos;
no llegan esas partidas a buenos arribos -están perdidos-,
y, ellos, tarde o temprano, volverán grises, tristes, lerdos.
***
Los adioses, las angustias, enfermedades e injusticias,
son demonios agricultores que cultivan nuestra tristeza,
llenando sus sucias arcas de caras tristes, con sus codicias,
para conquistar las almas que se han perdido en la maleza.
***
Pero, si tú te llenaras de buen humor y de lindas noticias,
si tú te alejaras bien lejos de la gente triste y depresiva,
y si encontraras a quien pudieras regalarle tus caricias,
¡volvería la mejor de las sonrisas a tu cara inexpresiva!
***
¡Entonces, no estés triste, llena tu alma de esperanza!
¡Abre las puertas de tu espíritu a la libertad de elegir!
Decide cambiar tristeza, mal humor y desesperanza
¡por la fantástica e irrenunciable... alegría de vivir!
***
Eduardo Faucheux
18-09-2014
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Autor:
Eduardo Faucheux (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 18 de septiembre de 2014 a las 21:10
- Comentario del autor sobre el poema: Yo diría que el ser humano es su propio demonio. Ese demonio es la representación de los temas que debemos superar para llegar a ser "seres superiores", como equivocadamente y mal pagados de nosotros mismos, en forma obstinada, insistimos en etiquetarnos. Ese demonio representa a la Ignorancia, al desprecio por la Vida, a la Pobreza, al Hambre, a la Irracionalidad, a la Violencia, a la Indiferencia, a la incapacidad de ponerse en el lugar del otro, a la Insensibilidad y a tantos otros demonios internos a los que deberíamos vencer y eliminar! Precisamente, todos esos malditos demonios debemos reemplazarlos por todos los dioses que los combaten, pero, para resumir, comandados por el más grande de todos, el de la Energía Superior: el Amor. Es la única manera de vencer a la Tristeza, esa infaltable “madame” que, obstinadamente, intenta acompañarnos toda la vida. No significa desentendernos de lo malo que ocurre en el mundo, ni esconder la cabeza bajo la tierra… solo es una estratégica maniobra de supervivencia mental y espiritual. Seguiremos luchando por lo que consideramos justo; seguiremos persiguiendo los objetivos que, escurridizos, intentan escaparse de nuestros afanes y seguiremos sensibilizándonos por los patéticos malos comportamientos de la Humanidad, solo que comprenderemos que estando tristes nada vamos a cambiar, pero, que, llenos de alegría y comprensión, podremos ser ejemplos de vida.
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 119
- Usuarios favoritos de este poema: Coty, Diluz, Melba Reyes A..
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