Agradezco

Agradezco plenamente, que en mi vida,tu vida no hayas postrado.

El servir lejos de la esfera de tu mundo exiguo y de tus horizontes de bolsillo

que fenecen bajo un sol escaso.

Agradezco que me hayas dejado a mi suerte,

que ésta ha sido basta,

al no sufrir de tu existencia

ni de la ignominiosa presencia de tu insolente cuidado.

Ya es bastante pesar a mi destino,poseer tu nombre y apellido.

Que pena! Que tragedia! verme como tu hijo.

Agradezco que jamás tu sudor hayas inferido

en cultivar la semilla de un fruto más fuerte que tus manos.

Gracias,mil veces gracias! De que tus raíces apartadas de mí siempre hayan sido.

Porque aquello enriquece y embriaga de lozanía la altivez de mi alma.

Es por eso que florece,y así lo hará

:sedienta de anhelos y con fieles destrezas...lejos de tus espinas.

Agradezco verme absuelto de la guía de una mano sin justicia y de su pulso frágil entre el mediocre ensueño.

De no haber sido arrastrado bajo el fingido paraíso que adyace al rastro de misericordia

,construido en un templo indolente de ironía.

Agradezco No ser víctima de ángeles que pecan en la oración de falsos creyentes

Íntimos en la tergiversada palabra de fe que entre farsantes se habla.

Bajo ese vocifero de laúdes, Se escucha,tan sólo,la desgracia y cobardía.

Como el padre de zafia cordura y lenta estrofa, que entre odas, lamenta la pasión y la moneda.

Agradezco que mis letras no se mancharan con tu tinta

ni que tu esencia se haya cobrado viva en una sola de mis palabras.

Que no hayas tenido que castigar con tu enseñanza, a esta lengua y mente, que sin remordimiento del asistir de tu concierne,habla y ama,piensa y Construye.

Disculpa si a ti jamás te he amado,o que la idea de ti nunca la crea.

Por ultimo, doy gracias,que no te existí ni me exististe, las penas no cobraron juicio.

Enserio yo agradezco las desventuras que han teñido de arte mis manos;

como eternas amigas han asistido aquellas ilusiones privadas de sonrisas,

que centellean pálidos matices de nostalgia.

Por ello No te preocupes,en buena compañía, he estado.

También descuida,jamás de ti mi corazón se acuerda.

Y si está noche mi pluma brinda tu nombre,

es porque hilvana un adiós indemne de paciencia,

y esboza un final que con este verso te bendice:

"Desde nunca y hasta nunca! Padre, yo te olvido".