Me duele que seas tú

Armando Sosa Bocanegra

Silbando una canción de amor
y no dejando de consultar su reloj,
con la sombra fresca de una noche de verano
así como continuas gotas cayéndole en las manos
 
se dirige a la casa de su amada
con la cual lleva más de un año
y que cada mañana recuerda el olor de su cabello castaño,
la figura de su cuerpo de color canela,
 
de sus ojos, en los que se pueden ver brillar las estrellas
y casi un pecado es el soñar con ella.
 
Un poco retrasado por fin llega a la casa de su amada
la cual la puerta se le ve abrir
y con un beso en la mejilla lo llega a recibir,
 
el amado un poco extrañado
la saluda y disculpa pide por haber llegado retrasado
 
ella a eso no le da importancia
pero le pareció que de nuevo
llevó el aroma de una peculiar fragancia
que era de una mujer sin dudar
 
e invitándole a sentar
le dijo con todo el sentimiento de amar;
Me duele que seas tú, que hayas sido tú,
me duele que sigas siendo tú la persona
 
con la que deseo pasar el resto de mi vida,
porque contigo comprendí que no necesitaba conocer
a todo el mundo para saber que no eras el mejor.
 
Una sola palabra quisiera para expresar lo que siento,
que no es amor si así lo creías,
pues cayeron en tierra errada esas semillas y no germinaron,
se ahogaron con tanta agua que Dios les dio,
porque Él mismo olvidó ablandar la tierra
para que en ella crecer pudiera.
 
En una sola palabra quisiera expresar lo que siento, pienso,
llevo dentro de mí en estos momentos,
pero de nada servirá pues acabo de comprender
que fue tonta esa idea mía de soñarte toda la vida
y tenerte a mi lado día a día.
 
Pensar que mi corazón pudiese te amar,
contigo pasando una eternidad,
créeme, ahora me doy cuenta que fue el más tonto ideal,
me hiciste soñar, me hiciste vivir,
pero ahora de eso me arrepentir.
 
El joven sorprendido por lo que le había dicho
pues era verdad,
que él había cometido el mayor desdicho,
 
y con la cabeza baja
así como lleno de vergüenza
le dijo con la mayor de las prudencias;
 
Es verdad te he engañado,
no eres la única mujer que está a mi lado,
pues busqué un beso nuevo
que le diera luz a mi fuego.
 
Yo sé que tienes herida el alma
y que la soledad no te deja en calma
aunque me tengas a tu lado
pues ya me niegas como tu enamorado.
 
Pero no sabrás nada de mi otra amada
por si así lo querías,
pues ella no es culpable de nuestra separación
sino este tonto que te rompió el corazón
y ahora te dejará con la mayor decepción.
 
Después de un beso la dejó
con su mirada de profunda soledad
y unas lágrimas que no dejaban de brotar,
sabiendo que nunca la iría a extrañar
se fue para ya jamás volverla a ver
 
 
  • Autor: Armando Sosa Bocanegra (Offline Offline)
  • Publicado: 18 de agosto de 2014 a las 22:22
  • Comentario del autor sobre el poema: hay que aceptarlo, en ocasiones engañamos o nos engañan y hay que encarar la verdad
  • Categoría: Triste
  • Lecturas: 111
  • Usuario favorito de este poema: Giovanna Castellanos.
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Comentarios3

  • Lincol

    Bellos versos, genialmente concatenados y expresados con sinceridad y sentimiento, aceptando la culpa que uno mismo a engendrado.
    Un placer leerte amigo Carlos Edu.

  • mariarl

    muy triste

  • KarlosAntonio

    Excelente!



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