LA INTELIGENCIA DE ADQUIRIR SABIDURIA

LA INTELIGENCIA DE ADQUIRIR SABIDURIA

 

La Inteligencia se tiene; la Sabiduría se obtiene.

Con Inteligencia, se razona; con Sabiduría, se reflexiona.

Con la Inteligencia, se analiza; con la Sabiduría se concientiza.

Inteligencia: de químicas es cuestión; Sabiduría: de espíritu y corazón.

La Inteligencia es digna de Admiración; la Sabiduría, motivo de Contemplación.

Doblegan Pueblos, con Inteligencia; con Sabiduría, se salvan mentes, con paciencia.

Con Inteligencia se puede con eficiencia Matar; con Sabiduría solo se puede almas Sanar.

 Se ganan guerras, Inteligencia teniendo; con Sabiduría, se logran paces, solo comprendiendo.

Cuando para la Inteligencia la Muerte es el Final, para la Sabiduría, apenas, es un Nuevo Paso Inicial.

Para la Inteligencia, Nacer solo es iniciar una nueva vida; para la Sabiduría, otra existencia trascendida.

¿Qué diferencia hay entre Inteligencia y Sabiduría para ti? ¿Te da lo mismo, compartes lo que hay en mí?

Muy sutil pareciera esa diferencia para quienes no encontraron la Sabiduría, a pesar de su inteligencia;

entre ellas, hay una gran distancia, en escalas de transparencias, de honorabilidades, de arrogancias,

de honestidades, de consciencias, de bondades y maldades, de sufrir las consecuencias, de amar,

y de sentir los sentimientos, de odiar y aplicar los escarmientos, de sincerarse con el alma

y de aplicar los correctivos, de perder duramente la calma, de motivarse sin motivos,

de caer en tontos vicios con la impotencia de perder la voluntad y el sano juicio,

o de cultivar una interesada amistad por un frío interés premeditado,

intuyendo que, invariablemente, todo plan bien planeado

tendrá una falla que la mente no ha calculado.

 

Eduardo Faucheux

12-08-2014