calles oscuras

daniellito

Oscuridad, vertiente de espantos,

siglos de pesadillas en los hoyos del bosque,

mantos muertos borran la noche,

escondidos en sus ramas testigos alados

señalando con velas rojas a  perdidos;

habla el silencio en un túnel muerto

a mascaras que transitan al tiempo

errando con capuchas y anteojos oscuros,

hay un adiós tratando volar al frio…

 

Miseria!  soledad helada,

cúpulas sin oxigeno,

averno con sopletes

atizando las hojas de los árboles,

el infierno toca piano

en calles oscuras,

las ratas salen de su guarida,

las manos del infierno…

 

Escondidos en sus ramas

los cuervos con nombre

mandaron a sacar  los ojos

a los esposados en las calles,

pusieron alas a mentiras

y como el viento cubrieron la razón,

he allí un bosque muerto…

He allí una rareza, un desafío constante,

mantener en el viento ficción,

como una celda de condenados

marcando las mismas paredes,

desde la distancia  manos con nombre

juegan ruleta rusa,

Oh desde la distancia!

como alejarse de un sartén friendo pobres,

el orbe de la noche no consigue girar

y nubes oscuras  parten en cola apretando gargantas,

como sardinas en latas…

 

Mentiras!, hay fábulas con tu nombre

al que temen los niños,

Tú!  Serpiente, hay un hoyo en ti

que absorbe la luz de los hambrientos,

de los nobles, de pueblos,

tú, posees trono en el pecho de los ignorantes

y una muralla separando el entendimiento,

frívola, en ti todo ha de correr,

hasta la sangre que salpica en cada calle…

 

buitres!  Hay buitres con nombres cenando las entrañas de una choza,

desde la distancia claro,

 pudieran sus pies ahogarse en pozas

¿cómo no evitar de las cenizas que vuelan desde si?,

Obstruyendo los rieles del pobre,

¿Cómo no evitar el lienzo triste de cada calle,

 que el pincel de la mentira ha trazado?...

 

 Miedo! debiste haber ganado todas las guerras,

ningún corazón ha dejado de ser prisionero,

oh! Tú eres la cortina de cada ventana

tu voz esta en los barrotes qué enlatan las casas ,

te escuchas hasta en los letreros chirriando y las luces que no encienden

 en  cada esquina donde las ratas requiebran la vida del pueblo..

 

Ratas, algunas con nombres,

otras se roban uno,

las escudan el cuervo y el buitre,

quizás hasta su corazones han picoteado,

de si no hay nada, un caparazón vacio,

son hoyos negros, llevándose todo,

 hasta la vida del pobre, del rico,

del pueblo…

 

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Comentarios3

  • El Hombre de la Rosa

    Un poema que brota desde el alma de su creador fantaseando la misma vida amigo Daniel
    Saludos de amistad
    El Hombre de la Rosa

  • Darkness.cl

    Profundamente expresivo...conmueve la vibración...
    Grato encontrarme con tus versos...
    Recibe mi abrazo.
    Nancy

  • daniellito

    gracias amigos



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