Pasado el mediodía, me disponía, a almorzar sólo pensando e interesado, además estresado, por el hambre que tenía. Sin embargo, con el plato en mis manos, decidí recitar mi rosario, diario, al Padre celestial de agradecimiento, por los alimentos.
Empecé: Al abrir la boca semiabierta
no supe a ciencia cierta
lo que ocurrió,
en lugar de palabras aprendidas
surgió un vocablo desde la vida
y me paralizó;
Sólo un: ¡Gracias Padre! Desde el alma salió.
Un cúmulo de sensaciones me invadió.
Sentí: Dolor por tener que comer ante millones de haitianos tan negros como yo.
Vergüenza por dejar en el círculo granos de arroz de desperdicio ante tantos guineanos tan hambrientos como yo.
Pena por comer carnes ante cientos de árabes tan religiosos como yo.
Ardor por quejarme de sabores ante billones de chinos tan amarillos como yo.
Ignorante al desperdiciar proteínas ante muchísimos latinos tan hijos como yo.
Abusivo al beber tanta agua potable ante tantos tuareg tan solos como yo.
Inconsciente al calor de la comida ante unos esquimales tan blancos como yo.
Como yo pude comer ante tanto desequilibrio, ahora,
como entre lágrimas pidiéndole a Dios que me libre de suficiencias,
como quien quiere aprender a vivir,
como una nueva Oración de Gracias.
-
Autor:
Eduardo Pessoa (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 30 de enero de 2010 a las 17:46
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 155
- Usuarios favoritos de este poema: Thami, Mayra Garcia.
Offline)
Comentarios5
muy sentido, hermoso, que dios lo escuche siempre. lindo felicidades
Grande !!! que hermosos sentimientos... grande muy grande y que razón llevas ... no sabemos lo afortunados que somos...
Abrazos amigo
Lloré de norte a sur de tu poema. Tenés razón, a veces mi madre que vive quejándose, la miro asombrada, porque le digo: Estás quejándote con un plato de comida en la mesa, mientras lo degustás te quejas?
Impresionante poesía, y tu corazón tiene la belleza y la sensibilidad que necesitaría el mundo para comenzar el gran cambio.
Un beso inmenso y que Diosito te acaricie el alma
Mi Diosssssssssssssssssssssss
Esa oracíon si que es santa
lleva en sus letras gemir
de tanto dolor humano
de tanto desgarramiento
de tanta miseria en el mundo
llena de dolor profundo por los que no tienen nada
y de desprecio indecible a los que lo tienen todo
y dentro de sus mansiones, dicen no hallar acomodo.....
Dios mío,
te tomo la mano hermano
lloremos a la injusticia
a los niños que se mueren
por tantas bombas caídas
o a las vidas que sepultan
estructuras de hormigón
Cobremos todos razón
y juntando nuestra manos, sintiendo, somos hermanos,
de lo profundo del alma
Hagamos una oración.
Perdona, no sé, ni lo que escribí, solo te leí y salió esto.....
Un fuerte abrazo y gracias por estar por los que mas necesitan.
Gracias hermana, escribiste lo que debías escribir: Tu maravillosa poesía.
Toma mis manos y mis brazos; abracémonos todos para hacer un cerco humano y celestial que acabe con la injusticia, con la desvida, con la tragedia que sólo viven algunos; mientras otros se inventan o nos inventamos nuestras propias tragedias desde la nada, desde la inconformidad y desde la opulencia.
Te quiero demasiado.
Sencillo, claro , con mucho sentimiento
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.