En esta casa de paredes tiznadas de un verde raro
y ruidos que se oyen solo de madrugada
vivimos dos hombres y una gata
rodeados de libros espíritus pinturas
y el equipaje que ambos trajimos del pasado.
Todo se ha cubierto de un mismo esmalte
que impide distinguir quién es quién.
La gata sabe manejarnos:
cada mañana nos despierta exigiendo agua y comida
gira en círculos por mi lado de la cama
esperando que aparte la cortina para así posarse
y entablar conversación con pájaros y lagartijas.
Hemos vivido juntos todas las fechas del calendario
hasta un árbol de navidad tuvimos un diciembre
y antes de tiempo lo arrastramos hasta la acera
donde quedó olvidado.
Yo vivo flotando por los aires
soñando con marcharnos hacia el Norte
pero mi cómplice echa el ancla y me devuelve a la tierra.
Este día catorce que todos dicen debe ser colorido
lleno de signos de exclamación y frases tan usadas
no es más que un invento de pícaros que buscan oro.
En esta casa donde vivimos dos hombres y una gata
celebramos a diario que todavía queremos compartirla.
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Autor:
zumanny (
Offline)
- Publicado: 28 de junio de 2014 a las 21:14
- Comentario del autor sobre el poema: Poema que pertenece al poemario ¨Los poetas nunca pecan demasiado¨, publicado por Editorial Betania y premiado con Medalla de Oro en los Florida Book Awards 2013.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 27
Comentarios1
Me gusta tu relato, yo tambien tengo una gata que hace exactamente lo que tu describes..... definitivamente los poetas nunca pecan demasiado.
Gracias! Los gatos son excepcionales...
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